INVESTIGADORES
FERNANDEZ HONAINE mariana
congresos y reuniones científicas
Título:
Importancia paleoecológica de las biomineralizaciones presentes en el tala (Celtis tala, Ulmaceae).
Autor/es:
FERNÁNDEZ HONAINE, MARIANA
Lugar:
Tafí del Valle, Tucumán
Reunión:
Otro; III Encuentro de Investigaciones fitolíticas del Cono sur; 2005
Resumen:
Los estudios orientados a los análisis fitolíticos se han concentrado principalmente en las familias botánicas de mayor producción de estos cuerpos, tales como las gramíneas, ciperáceas y palmeras. Asimismo, existen grupos vegetales con baja variabilidad y/o producción de elementos mineralizados, que son relevantes al momento de establecer inferencias paleobotánicas, paleoecológicas o paleoclimáticas y de los cuales no se cuenta con un acabado estudio de sus morfotipos fitolíticos ni de la composición química de los mismos. Esta falencia ocasiona la pérdida de información paleoambiental en estudios de material fitolítico disperso, en donde ciertos morfotipos son meramente descriptos y no se logra establecer una vinculación cierta con el vegetal productor. Durante un estudio fitolítico llevado a cabo en un sitio arqueológico, en el Sudeste de la provincia de Buenos Aires, se hallaron en forma abundante fitolitos no graminoides, esféricos a algo irregulares de superficie abultada, que no guardaban relación con morfotipos anteriormente descriptos (Zucol et al., 2002). El hecho de poder ser asociados a los cistolitos presentes en las familias Ulmaceae y Moraceae, orientó el estudio de los fitolitos de las ulmáceas nativas bonaerenses. El tala, Celtis tala Gillies ex Planchon, es una ulmácea nativa que se encuentra distribuida a lo largo de la costa bonaerense entre los 24º y 38º S, y conforma bosques edáficos xerófilos, vinculados a la región fitogeográfica del Espinal (Cabrera, 1976; Parodi, 1940; Vervoorst, 1967). Su distribución pasada en la Provincia de Buenos Aires constituye un interrogante, por lo que el conocimiento de los morfotipos fitolíticos dominantes de esta especie permitiría ampliar el espectro fitolítico de la vegetación pampeana, pudiendo ser aplicado en estudios paleoecológicos y paleoambientales. La presencia de esta especie en el registro fósil brindaría información no sólo fitogeográfica sobre su distribución en el pasado, sino también sobre condiciones ambientales, de suelo y microclima particulares presentes durante el Cuaternario. En la familia Ulmaceae se ha registrado la presencia de células silicificadas, cistolitos y depósitos calcáreos en diferentes tejidos (Metcalfe, 1985; Pearsall, 2000; Runge, 1999; Wallis, 2001, 2003). Se mencionan depósitos silíceos en células epidérmicas de pelos, en el mesófilo foliar y en depósitos en leños de Gironniera sp., Parasiphonia sp. y Ulmus sp. y silicofitolitos en hoja y fruto de Celtis occidentales (Bozarth, 1992; Metcalfe, 1985). El endocarpo del fruto de Celtis occidentalis L. presenta un esqueleto de ópalo (SiO2 nH2O) sobre el cual se deposita el carbonato de calcio en forma de aragonita (Cowan et al., 1997; Jahren et al., 1998). Metcalfe (1985) y Dottori (1976) describen la presencia de cistolitos en la epidermis y mesófilo de Celtis sp. La presente contribución tiene por objeto el estudio de las distintas estructuras silíceas presentes en hoja, tallo y fruto de Celtis tala Gillies ex Planchon, de modo de determinar su importancia taxonómica y paleobotánica. Se muestrearon 10 ejemplares de Celtis tala de Reserva Integral Laguna de los Padres, provincia de Buenos Aires (37° 55’-37° 57’ S; 57° 43’-57° 45’ W), obteniéndose muestras de hojas, frutos, tallos con crecimiento primario (tallos primarios) y tallos con crecimiento secundario (tallos secundarios). La extracción de fitolitos se realizó mediante la técnica de calcinado de Labouriau (1983). Se realizó el recuento de los morfotipos fitolíticos presentes en cada órgano mediante microscopio óptico, se realizaron observaciones al microscopio electrónico de barrido y se comprobó la naturaleza química de las observaciones mediante el sondeo con EDAX. Asimismo, se calculó el contenido de sílice en cada órgano como porcentaje del peso de la materia seca. Las formas más abundantes observadas en la hoja incluyen cistolitos redondeados u ovoides, solitarios o en muchos casos asociados a las células epidérmicas contiguas silicificadas, similares a los descriptos para la especie en estudios previos (Dottori, 1976). En menor abundancia se encuentran pelos simples, lineales, fitolitos poliédricos articulados y aparatos estomáticos. En el tallo primario el mayor porcentaje de los fitolitos observados corresponde a conjuntos de varias células poliédricas con las paredes silicificadas y unas pocas con el lumen celular silicificado, asociados a pelos, grupos de células redondeadas de origen subepidérmico y células poliédricas. La asociación del tallo secundario se caracteriza por la presencia de células poliédricas silicificadas (aisladas o articuladas entre sí) y pelos de paredes silicificadas. Los frutos se caracterizan por la presencia de fitolitos de contorno irregular y superficie rugosa, fitolitos poliédricos y fitolitos elongados con engrosamientos helicoidales en sus paredes. De acuerdo a las observaciones realizadas en este trabajo y a estudios previos (Dottori, 1976), es posible asignar a los morfotipos fitolíticos de hoja y tallos descriptos un origen anatómico epidérmico, subepidérmico y en algunos casos en los tejidos de conducción. Las morfologías observadas en fruto podrían corresponder al tejido epidérmico o parénquima subepidérmico del exocarpo y/o al estrato de transición del mesocarpo (Dottori, 1990). Los valores medios del contenido de sílice (expresado como porcentaje del peso de la materia seca) son mayores en fruto y hoja en comparación con los tallos. Los análisis efectuados mediante el edax confirmaron la presencia de sílice y detectaron otros elementos en muy bajas proporciones (como Mg, P, Al, K, Na, Ca, S y Fe) en los fitolitos descriptos en las muestras de hoja, tallo y fruto. Asimismo, se verificó la naturaleza silícea de los cistolitos foliares. Metcalfe (1985) describe a los cistolitos como depósitos de carbonato de calcio, mientras que Fon Quer (1977) los define como toda concreción de carbonato cálcico que se forma sobre determinadas excrecencias de la membrana en el interior de las células. De acuerdo a estas definiciones, se esperaba que los cistolitos foliares de Celtis tala estuviesen compuestos fundamentalmente por calcio. Sin embargo, los resultados expuestos revelan la presencia de sílice como un componente fundamental en la estructura de los mismos. Por ello, se plantea la necesidad de revisión del término cistolito, dado que a diferencia de lo que se menciona en gran parte de la literatura botánica, en Celtis tala y quizás en otras especies de ulmáceas, estarían compuestos principalmente por sílice.La composición silícea de las biomineralizaciones de los órganos analizados y especialmente de los cistolitos (morfologías características de las Ulmáceas), favorece su permanencia durante más tiempo sin alterarse en el sedimento, en comparación con un elemento más lábil, como el carbonato de calcio. De esta manera es posible utilizar estas estructuras como elementos indicadores de esta familia en el registro fósil.