LOS SUELOS DE PASTIZALES NATURALES DEL SISTEMA SERRANO DE TANDILIA

FERNÁNDEZ HONAINE, MARIANA; OSTERRIETH, MARGARITA; HERRERA, LORENA

Paraná, Entre Ríos

Congreso; XIX Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo; 2004

En la región serrana de la Pampa Austral, existen áreas correspondientes al pedemonte del Sistema de Tandilia, donde la presencia de afloramientos rocosos ha limitado la intensa actividad agro-ganadera que caracteriza a los campos circundantes a dichas áreas. Como consecuencia de ello, la fauna y flora nativas han encontrado en estas áreas un refugio natural, constituyendo un ambiente relictual para la conservación de la biodiversidad pampeana. Las comunidades vegetales relictuales dominantes son el pajonal de Paspalum quadrifarium (paja colorada) y el flechillar, compuesto por especies de los géneros Stipa, Piptochaetium y Aristida. Ambas comunidades se alternan espacialmente, constituyendo un mosaico de dos fases: pajonal y matriz, respectivamente. Existen evidencias que indican que el pajonal se asocia a sectores de mayor humedad del suelo. Sin embargo, no existen descripciones detalladas de los suelos que caracterizan a ambas fases y que podrían condicionar la presencia de pajonal o matriz en estos sistemas. En este trabajo se describen perfiles de suelo correspondientes a las fases pajonal y matriz de cerros del Sistema de Tandilia, y se analiza la relación entre la profundidad del suelo y la presencia de ambas fases en cinco cerros con distinto uso (clausura -C1, C2, C3-, pastoreo, -P- y quema, -Q-). Se realizó la caracterización morfológica de 10 perfiles de suelo en cada cerro (5 en cada fase). Un análisis de la varianza para un diseño en bloques, permitió relacionar la profundidad del suelo con la presencia de pajonal o matriz. Los suelos descriptos presentan notables variaciones en su desarrollo. En los cerros C1, C2 y C3 predominan suelos de escaso desarrollo. En general, en ambas fases son Hapludoles líticos con desarrollo de horizonte orgánico (de mayor espesor en la fase pajonal) y un horizonte A de más de 10 cm de espesor. En los cerros Q y P los suelos de ambas fases son mayoritariamente Argiudoles líticos, de entre 30 y 50 cm de espesor, con un desarrollo del horizonte O escaso (en el cerro Q) y nulo (en P) y un horizonte iluvial Bt sobre mantos de tosca. Si bien se encontraron diferencias significativas entre las profundidades de los suelos entre cerros, no se hallaron diferencias entre las fases. En los cerros analizados ni el tipo de suelo ni la profundidad del perfil estarían condicionando la presencia de las fases, ya que, a pesar de la gran variabilidad edáfica, ambas fases se desarrollan indistintamente en Hapludoles líticos y Argiudoles líticos. Las diferencias más notorias radican en el desarrollo del horizonte orgánico, que es mayor en la fase pajonal. En el caso de los cerros manejados, el desarrollo del manto orgánico se ve limitado, pero sigue siendo levemente mayor en la fase pajonal. El estudio de otras variables edáficas (como la presencia de determinados nutrientes, la porosidad, el pH) podrán contribuir al conocimiento de la relación entre la distribución de las fases y el suelo en este sistema serrano