Distribución y efectos ecológicos de la ostra introducida Crassostrea gigas en Bahía Anegada.

MAURICIO ESCAPA

Viedma, Argentina

Taller; La problemática de las especies exóticas y la biodiversidad marina; 2005

Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación

En este trabajo analizamos la cobertura actual, los patrones de distribución y los efectos ecológicos de la ostra gigante Crassostrea gigas 20 años después de su introducción en Bahía Anegada (39° 50’ a 40° 40’ S y 61° 59’ a 62° 28’ O). Mediante el uso de imágenes satelitales, inspecciones aéreas y de campo; encontramos 10 bancos de ostras principales que ocupan menos del 0.05 % del área total del intermareal (área total de covertura = 36.45 ha). Los bancos aparecieron restringidos a las zonas intermareales de fondos duros. La mayoría de los organismos epifaunales (los cangrejos Cyrtograpsus angulatus, C. altimanus, Chasmagnathus granulatus, el isópodo Mellita palmata, y el gasterópodo Heleobia australis) aparecieron en densidades mayores dentro de los bancos que fuera de ellos. Realizamos experimentos generando bancos de ostras artificiales en tres diferentes zonas del intermareal definidas por su posición topográfica respecto de la marea (intermareal alto, medio y bajo). La estructura ofrecida por los bancos de ostras generó un incremento en las densidades de organismos epifaunales en todas las zonas del intermareal, y también un aumento en la densidad de organismos infaunales (los poliquetos Laeonereis acuta y Nepthys fluviatilis, y el priapulido Priapulus tuberculatospinosus) en las zonas bajas del intermareal, respecto de los controles en los que no se agregó estructura artificial. Este podría ser el resultado de incrementar la complejidad de la estructura del hábitat y la disponibilidad de refugios para organismos epifaunales, y un incremento en la deposición y estabilidad de sedimento estaría facilitando la aparición de organismos infaunales. Las densidades de aves costeras (especies locales: Larus dominicanus, Haematopus palliatus; aves migratorias regionales: Charadrius falklandicus; aves migratorias holárticas: Pluvialis dominica, Calidris canutus, Tringa flavipes) fueron mayores dentro de los bancos de ostras analizados que en sitios de fondos duros sin ostras, lo que puede ser un efecto indirecto de la mayor disponibilidad de presas. Las tasas de forrajeo también fueron mayores dentro de los bancos de ostras para algunas de estas especies (particularmente P. dominica y C. falklandicus). La baja disponibilidad de sustratos duros estaría actualmente limitando la expansión de Crassostrea gigas en Bahía Anegada. Y los efectos ecológicos evaluados en este trabajo no aparecen como negativos para los aspectos analizados, ya que los bancos incrementarían la abundancia de especies presa para aves costeras, y las zonas habitadas por ostras fueron preferidas como sitios de alimentación por estas aves.