Refugios antiguos de bosque en la Cordillera de la Costa, Chile

MATHIASEN P.; SOUTO C. P.; ACOSTA M. C.; A. C. PREMOLI

CABA

Congreso; Reunión Argentina de Biología Evolutiva; 2019

Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA)

Refugios antiguos de bosque en la Cordillera de la Costa, ChileMathiasen P1, Souto CP1, Acosta MC2, Premoli AC11 Laboratorio Ecotono, INIBIOMA, CONICET-Universidad Nacional del Comahue, Bariloche, Argentina.2 Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), CONICET-Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina.Los cambios climáticos ocurridos en Patagonia durante el Pleistoceno han afectado la distribución de las especies de los bosques australes. Sin embargo, la relativa estabilidad de la Cordillera de la Costa habría mitigado los efectos de los cambios climáticos sobre la vegetación que ocurrieron en el resto del territorio, proporcionando condiciones adecuadas para la persistencia a largo plazo de especies de bosque. Si bien la evidencia fósil da cuenta de que la Cordillera de la Costa habría funcionado como un refugio a las oscilaciones climáticas, resta evaluar si su significativa estabilidad a largo plazo, que contrasta con el relativamente rápido y reciente levantamiento de la Cordillera Andina principal, habría permitido la evolución in situ de linajes cuyas características genéticas habrían sobrevivido a las glaciaciones. Las especies de amplia distribución en los bosques patagónicos como son las pertenecientes a las familias Nothofagaceae y Proteaceae ofrecen la oportunidad de analizar hipótesis sobre el impacto de factores geológicos y climáticos sobre sus acervos genéticos utilizando ADN del cloroplasto (ADNc) que por su baja tasa de mutación conserva señales antiguas. Las especies del subgénero Nothofagus (N. antarctica, N. pumilio, N. betuloides, N. dombeyi y N. nitida) mostraron que la mayor diversidad de haplotipos ocurrió en la costa en PN Nahuelbuta (37º 50?S), más al sur (40º 34?S) y en la Isla de Chiloé (42-43ºS). Además, dichas poblaciones presentaron variantes genéticas únicas ancestrales. Por otro lado, especies del subgénero Lophozonia mostraron patrones concordantes. En la Cordillera de la Costa Nothofagus alpina y Nothofagus obliqua tuvieron haplotipos exclusivos y una mayor diversidad haplotípica. Las poblaciones de Nothofagus macrocarpa a los 33°S formaron un clado separado del resto de las poblaciones de la Cordillera de los Andes y Depresión Intermedia. Concordantemente, Embothrium coccineum (Proteaceae) mostró alta diversidad y presencia de haplotipos únicos en poblaciones de la Cordillera de la Costa, incluyendo PN Nahuelbuta y PN Alerce Costero, y Cucao en Chiloé.La evidencia molecular muestra un patrón geográfico concordante entre linajes filogenéticamente independientes. Áreas de la Cordillera de la Costa habrían sido relativamente estables no solamente a las oscilaciones climáticas sino también a los cambios en el nivel del mar producto de transgresiones marinas ocurridas en el Mioceno en el centro-sur de Chile. La elevada diversidad y presencia de variantes exclusivas en la Cordillera de la Costa resalta su importancia en conservación ya que sería un reservorio de diversidad genética y potencial evolutivo de especies de bosque.