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Sobre la base de los datos recabados en relación a la presencia de diferentes recursos vegetales en el sitio Pozo de la Chola, localizado en la subárea del río San Francisco de la región pedemontana de Jujuy, se discuten las implicancias del posible impacto humano sobre un ambiente forestal a comienzos de la era cristiana.La ocupación prolongada de algunos sitios, con dataciones de 3 o 4 centurias con posterioridad al inicio de la Era cristiana, debió haber afectado notoriamente la distribución y representación de los recursos naturales, especialmente en las proximidades del área residencial.Con el objetivo de ampliar el conocimiento sobre la utilización de los recursos vegetales por parte de las poblaciones prehispánicas que ocuparon la región pedemontana de Jujuy, e inferir las condiciones paleoambientales en las que se desarrollaron, se analizaron distintos datos a partir del estudio de restos de origen vegetal (micro y macro-restos), provenientes de diferentes unidades de muestreo del sitio Pozo de la Chola (Departamento San Pedro, Provincia de Jujuy). Estos incluyeron, análisis de micro-restos silíceos, de polen, de carbones arqueológicos y de restos carpológicos recuperados en distintos sectores del sitio arqueológico. Hasta el momento se cuenta con 7 fechados radiocarbónicos calibrados que indican un lapso prolongado de ocupación que va desde comienzos de la era cristiana hasta el 500 dC.Las muestras analizadas corresponden a; sedimentos (N14); fragmentos de carbones (N179), muestras para análisis polínicos (N3) y restos carpológicos (N10).Los protocolos de muestreo incluyeron la recolección de sedimentos en sectores específicos de los pisos excavados asociados a diferentes rasgos y materiales arqueológicos así como extracciones con barreno en transectas E-O a partir del punto cero. Otras muestran abarcan ecofactos (nido de escarabajo) y adherencias recuperadas en artefactos arqueológicos (cerámica), además de materiales obtenidos a través de la utilización de zaranda seca y húmeda. En este último caso se flotaron 3.675 litros de sedimento provenientes de diferentes unidades de excavación.Sobre la base de los análisis realizados, se han identificado hasta el momento 11 taxas forestales (a partir de estudios antracológicos) 4 especies arbóreas (restos carpológicos), 4 tribus de gramíneas así como microfósiles de palmáceas (análisis de fitolitos). Otras taxas (helechos) han sido reconocidas a partir de la identificación de palinomorfos.Actualmente, la vegetación en los alrededores del sitio arqueológico, presenta una diversidad de especies forestales y herbáceas propias del bosque chaqueño húmedo. Los análisis multi-proxis llevados a cabo hasta el momento, indican una paleocomunidad dominada por gramíneas y especies propias de ambientes fluviales, con presencia posiblemente de cursos de agua lénticos. El bosque se encuentra representado mayormente por individuos del bosque chaqueño húmedo y ejemplares adaptados a estación seca. A partir de estos resultados preliminares se propone un escenario ambiental con predominio de especies invasoras ruderales en el sector de ocupación residencial y un clima cálido a templado con estación seca, muy similar al actual. La abundancia relativa de gramíneas y micro-carbones en todas las muestras, apunta hacia un ambiente con alto impacto antrópico, manifiesto en una sub-representación del bosque nativo, al menos, en aquellos sectores con mayor densidad de restos arqueológicos (5 ha.). La diversidad de especies forestales identificadas en los pisos de ocupación, indicaría a su vez un acceso relativamente estable a ejemplares del bosque local y una estrategia de aprovisionamiento y uso sin selección de especies particulares. Se propone entonces un uso oportunístico, especialmente de los recursos forestales, por parte de la población que ocupó este sector del valle de San Francisco

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