INVESTIGADORES
LAMBERTUCCI Sergio Agustin
congresos y reuniones científicas
Título:
Programa de Conservación Cóndor Andino, Argentina.
Autor/es:
LAMBERTUCCI, SA.; JÁCOME, N.L.
Lugar:
Santiago de Chile, Chile
Reunión:
Congreso; IX Congreso de la Asociacion Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (ALPZA ); 2000
Institución organizadora:
Asociacion Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios
Resumen:
En agosto de 1991 se formó el “Grupo de Trabajo para la Conservación del Cóndor Andino en Argentina” el cual dio origen al Proyecto que se lleva a cabo en el Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires y cuenta con la colaboración de zoológicos e instituciones nacionales y extranjeras. El objetivo de este proyecto es favorecer la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, quienes se han visto afectados por la disminución de la población del cóndor, a lo largo de la cordillera de los Andes. El cóndor es una especie amenazada en Perú, se encuentra en estado crítico en Ecuador y está declarada en Peligro de extinción en Colombia y Venezuela. Los datos presentados en el Taller de Especialistas en Cóndor (WWF y FB, 2000) reflejan un número estimado de 12 individuos para Venezuela, alrededor de 75-100 para Colombia y cerca de 100 para Ecuador. Además, se reportó que se han producido extinciones a nivel local que amenazan con interrumpir el normal flujo genético de la especie. Por otro lado, los datos obtenidos por el Proyecto de Conservación Cóndor Andino demuestran que la población está en un mejor estatus de conservación en la Argentina, en comparación con los países anteriormente nombrados, pero no se ha podido cuantificar el número de individuos. Igualmente, debe considerarse que también se han registrado extinciones locales en este país, ya que la especie no se encuentra más, por ejemplo, en la costa de la patagonia argentina. Por lo tanto, consideramos que es importante buscar la forma de proteger las poblaciones existentes antes de llegar a las condiciones críticas en las que se encuentran otros países. Ha sido reportada como una de las especies más amenazadas dentro de la Ecorregión de los Andes del Norte y ha sido seleccionada como una de las especies focales del complejo ecorregional por su amplia distribución y sus requerimientos de hábitat, dado que dependen de grandes extensiones para mantener poblaciones viables (WWF y FB, 2000). En la Ecorregión Valdiviana, que se encuentra al sur de Argentina y Chile, el cóndor fue una de las dos  especies de aves con mayor cantidad de propuestas para ser utilizada como focales, en el Taller de “Análisis de la Biodiversidad y Conservación de la Ecorregión Valdiviana” (FVSA, 1999). Se denotan de estas acciones –realizadas en dos puntos extremos de la distribución de la especie- la importancia de su conservación, tanto por la especie  en si misma, como para el resto de las que ocupan toda o alguna parte de su distribución.  Distintas creencias, como la de que el cóndor cazaba animales (como por ejemplo : ganado doméstico), hicieron que se lo matara erróneamente. Junto con esto la muerte por consumo de cebos tóxicos, la disminución de alimento en algunas zonas, la expansión de las grandes ciudades y principalmente la situación de desinformación que existía, lo llevaron al grave Peligro de Extinción en el que se encuentra en el norte de Sudamérica. Gracias a más de cien horas de observación en un campo de parición ovina y luego de necropsiar 1717 corderos (Bellati, 1994/1995), entre otros datos, se puede seguir asegurando que el cóndor es un carroñero, es decir, que se alimenta de animales muertos. Así evita la acumulación de cadáveres, hecho que es muy importante para el mantenimiento del  ecosistema, impidiendo la formación de focos infecciosos y de contaminación. También cumple un rol fundamental en la cadena trófica ya que, gracias a su poderoso pico, es el “encargado” de abrir grandes cueros de animales, permitiendo que otros individuos - que son incapaces de hacerlo- puedan alimentarse.    ·         Trabajo Ex –situ.  Uno de los pasos iniciales de este Proyecto fue la puesta en condiciones de reproducción de las parejas de los zoológicos. Debido a que esta especie posee una tasa reproductiva muy baja, ya que ponen un sólo huevo aproximadamente cada 2 años, es necesario aplicar la técnica de postura múltiple. Esta consiste en retirar el huevo puesto por la hembra, estimulando una nueva puesta luego de un mes (llegando a obtenerse hasta una tercera), el último huevo será incubado por sus padres y este pichón permanecerá en cautiverio y pasará a formar parte del programa reproductivo propio de la conservación ex situ (pilar fundamental del proyecto). Los huevos retirados son incubados artificialmente en el Centro de Incubación del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires. Durante los dos meses que dura la incubación, se realizan rutinas de pesado, mediciones, controles de temperatura y humedad y ovoscopías. Esta última, por transparencia, permite controlar el normal desarrollo del pichón hasta el momento de la eclosión. Concluido el período de incubación comienza la etapa de la eclosión con el cascado del huevo por parte del pichón. Este proceso dura aproximadamente 3 días, al término del cual se asiste al pichón para evitar el desgaste energético y los riesgos del nacimiento. Los pichones nacidos en el marco de este proyecto son criados, en aislamiento humano, a través del uso de títeres de látex y nurseries con vidrios polarizados. De esta manera, se favorece el reconocimiento hacia sus congéneres y no hacia el ser humano. Esta etapa del proceso de cría es fundamental para que los pichones puedan ser liberados en ambientes naturales, y reconozcan de inmediato a sus pares, se integren conductualmente a ellos y eviten la presencia humana, dado que el hombre muchas veces los mata. Pasados los dos meses de cría en nursery con la asistencia de los títeres, se los traslada a recintos de aislamiento donde, a través de alambres perimetrales, pueden hacer contacto con ejemplares adultos de su misma especie Bajo estas condiciones, permanecerán hasta completar su emplume (pardo ocráceo típico del juvenil), el que se completa alrededor de los 6 meses de edad. A partir de entonces, son aptos para ser incluidos en programas de liberación. Trabajo In –situ, con cóndores liberados. Durante el año 1996, a partir de huevos provenientes de los Zoológicos de Roque Sáenz Peña (Chaco), La Plata (Buenos Aires) y el de la Ciudad de Buenos Aires (Buenos Aires), se logró el nacimiento de 5 pichones (cuatro machos y una hembra). Estos ejemplares fueron puestos, de inmediato, a disposición de los programas de conservación in-situ y se comenzó un operativo de liberación en la zona de Valle Encantado, Provincia de Río Negro, Argentina, con la finalidad de desarrollar nuevas metodologías de estudio para esta especie, basada en la aplicación de tecnología satelital (RNCA, 1997/1998). Previo a su transporte, se realizaron completos exámenes de sangre y parasitología, además de tomar y enviar muestras de sangre para estudios genéticos. La zona elegida para hacer la liberación poseía varias características que fueron determinantes para tomar la decisión de utilizarla. El 29 de octubre de 1997, los 5 pichones fueron trasladados a la zona de suelta en Valle Encantado, donde pasaron aproximadamente un mes y medio haciendo su preadaptación al lugar, dentro de una plataforma de liberación diseñada especialmente para ellos. Desde allí, podían interactuar visualmente con los silvestres que a diario los visitaban. Previo a su liberación, los cóndores fueron marcados para su identificación y seguimiento con un microchip subcutáneo, bandas alares de vinilo (azules con numeración en blanco para los machos y blanca  con numeración en negro para la hembra) y radiotransmisores VHF. El día 18 de diciembre de 1997 se efectuó la liberación de los mismos, pudiendo observarse a los pocos minutos de esta, los primeros vuelos inseguros de los pichones. Aquí comenzó una ardua etapa de seguimiento intensivo con observación y toma de datos del comportamiento que ellos desarrollan. Es importante tener en cuenta que el seguimiento se realizó de forma tal que los pichones  no advirtieran la presencia humana. Para  esto, se construyeron refugios camuflados, permaneciendo en ellos los observadores, desde antes del amanecer hasta el anochecer, transitando siempre en los horarios de oscuridad. Estos trabajos se realizaron con la colaboración de numerosas instituciones y más de ochenta personas en el campo.   Pasados los primeros meses de liberación, cuando los ejemplares fueron ganando experiencia de vuelo y su seguimiento resultó más complicado, se procedió a recapturarlos el 8 de abril de 1998, y colocarles transmisores satelitales solares (MTI, PTT100) para efectuar su seguimiento desde Internet. Los transmisores satelitales envían información durante un período de 10 horas y permanecen inactivos durante otras 20. Esta información es recibida por satélites de la Empresa Francesa Argos que reenvían la información a bases terrestres situadas en Francia y USA. Desde allí, en tiempo prácticamente real, la información es puesta a nuestro servicio vía Internet (RNCA, 1997/1998).    Cabe destacar que es la primera vez en el mundo que se logra utilizar la tecnología satelital en Cóndor Andino, su aplicación y el éxito obtenido hasta el momento, la perfilan como una herramienta indispensable para el estudio científico de ésta y otras especies similares. Actualmente, se realiza el seguimiento satelital y de campo en forma permanente, y desde Octubre de 1997 se encuentra un equipo de trabajo de campo instalado en la zona de la liberación, llevando adelante trabajos de investigación. De esta manera, se asegura el normal estado de los ejemplares liberados y su adaptación al nuevo entorno, a la vez que se genera valiosa información, nunca antes obtenida, de vital importancia para la conservación del “Espíritu de los Andes”. Trabajos In –situ con cóndores silvestres Además de los ejemplares criados en cautiverio, marcados y liberados, se realizó la marcación         -con radio transmisor y transmisor satelital- de un ejemplar silvestre de aproximadamente la misma edad (RNCA, 1998/1999). Todos ellos envían señales satelitales (en coordenadas) de su posición a diferentes horas del día. A partir de la información correspondiente a los horarios nocturnos, cuando los cóndores no vuelan, es posible descubrir la posición de las condoreras, lugares que estas aves eligen para descansar y pernoctar. Estos lugares son determinantes para la población de cóndores, ya que de ellos dependen para todos los días descansar en un lugar seguro, sin acceso a posibles predadores. Por lo tanto, es imprescindible caracterizarlos y conocer el uso que de ellos hacen los cóndores, con la finalidad de establecer estrategias de conservación que resulten efectivas para esta especie.  Para cubrir la falta de información referente a esta temática, se vienen realizando seguimientos intensivos sobre el movimiento de los cóndores en las condoreras de la zona de trabajo, en patagonia. Por primera vez, antes del amanecer y/o antes del anochecer, ininterrumpidamente, día tras día, se está registrando la actividad del cóndor en relación a sus posaderos. A través de las investigaciones realizadas, se ha corroborado el alto grado de influencia que tiene el clima sobre la ausencia –presencia de cóndores en uno u otro posadero. Por lo tanto, los datos climáticos reinantes en el área de estudio se obtienen a través de una central metereológica ubicada, a cuatro vientos, en un punto estratégico entre los posaderos que son objeto de estudio. Además, se han colocado censores de temperatura y humedad (Data Logger) sobre las repisas en las que se posan los cóndores, con el fin de obtener datos exactos de estas variables en el lugar mismo donde ellos duermen. Gracias a esta tecnología, se han obtenido datos contundentes referentes al comportamiento relacionado a los cambios climatológicos. De todos los resultados obtenidos y a partir de la necesidad de dar protección desde un punto de vista ambiental a esta especie, se ha desprendido un nuevo accionar de trabajo denominado “Programa de Áreas Protegidas”, del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino. El mismo intenta gestionar unidades de conservación que aseguren la protección de las condoreras y sus alrededores, por su importancia para el cóndor, como para muchas otras especies que dependen de estos lugares para su supervivencia. Este programa generará lo que se ha denominado “Santuarios del Cóndor para la Conservación  de la Naturaleza” a través de la compra de tierras con este fin, convenios de manejo con entes Gubernamentales y convenios para la  creación de Reservas Privadas con estancieros (propietarios de campos). De esta forma, se pretende también ampliar el patrimonio actual de áreas protegidas y relacionarlo a estos ambientes tan “dejados de lado”, pero tan importantes -a nivel de diversidad faunística-, como son las afloraciones rocosas. Todos los datos obtenidos, a través de los estudios realizados, nos proveerán de la información necesaria para guiar la toma de decisiones que hacen a la conservación de esta especie y su entorno. Además, a partir de  un trabajo ex –situ para la conservación del Cóndor Andino, se ha logrado dar comienzo a nuevos programas de trabajo in –situ para la conservación de especies y  ambientes naturales relacionados a esta especie clave.