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Con la fuerte expansión de la agricultura bajo riego en zonas áridas, estimaciones de la evapotranspiración del cultivo (ETc) a lo largo del año son fundamentales para garantizar la sustentabilidad del agua para el cultivo y las poblaciones humanas de estas zonas. Varios métodos existen para cuantificar la ETc incluyendo lisímetros, sensores de determinación de humedad de suelo y, más recientemente, a través de la medición de los flujos de vapor de agua a nivel de canopeo. Sin embargo, la cuantificación empirica de las varias componentes del uso de agua en estos agrosistemas (i.e., transpiración del cultivo, evaporación del suelo, y lixiviación) permite reducir las pérdidas de agua aplicada, maximizando así la eficiencia de riego. Nosotros utilizamos sensores de flujo de savia (método del balance térmico de los tallos) para estimar transpiración y microlisimetros para estimar evaporación del suelo en una finca con árboles de olivo de 7 años de edad sometidos a niveles contrastantes de riego. Un intento para evaluar lixiviación fué hecho con sensores de humedad de suelo. Un objetivo fue determinar la contribución de cada uno de los componentes de ETc. Además, relacionamos valores de transpiración con mediciones ambientales sencillas como temperatura. Por otro lado, comparamos los valores observados de transpiración con resultados obtenidos utilizando un modelo de simulación existente para determinar las necesidades de riego. Nuestros resultados indican que transpiración representa mas que 70% del uso de agua en estos agrosistemas y que es posible predecir la transpiración en olivo utilizando modelos de simulación basados en la determinación de la temperatura media del aire y conociendo el área foliar de los árboles.

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