IPEHCS   26259
INSTITUTO PATAGONICO DE ESTUDIOS DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Fluencia perceptiva y curiosidad: la experiencia estética en perspectiva psicológica y evolucionista
Autor/es:
DANIEL OMAR SCHECK
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Nacional de Filosofía; 2019
Institución organizadora:
Organizado por la Asociación Filosófica Argentina (AFRA) y la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP).
Resumen:
Jean Marie Schaeffer entiende que llegó el momento de decirle ?adiós? a la ?religión del arte?. Es hora de desprenderse de aquella doctrina filosófica que redujo lo estético a lo artístico, y que sentó las bases para la sacralización y el mesianismo, instaurando un dualismo insuperable entre las experiencias vinculadas a las obras de arte, únicas y extáticas, y las meras experiencias cotidianas, ordinarias e intrascendentes. La estética actual debería devolverle a la experiencia el brillo y la centralidad que tuvo antes de que se impusieran los ideales de Hegel y el romanticismo. Schaeffer emprende esa tarea ofreciendo un análisis que se enfoca en las experiencias, antes que en los objetos; que entiende a la relación estética como una forma cotidiana de vincularnos con las cosas o los acontecimientos más diversos; que define a lo estético como una clase particular de proceso atencional guiado por un índice emotivo y hedónico interno; y que concibe a ese proceso como un comportamiento humano transcultural y como una constante antropológica fruto del proceso evolutivo de la especie.Esta concepción, más amplia y mundana, asume que nuestra actitud estética tiene un fundamento biológico y que va atada a una base genética, que es condición necesaria pero no suficiente. Asimismo, sostiene que existe una suerte de preprogramación que determina ciertas reacciones estéticas, pero eso no implica aceptar la tesis de la uniformidad transcultural de objetos y conductas, porque las cosas y los fenómenos que despiertan esa reacción son diferentes en cada cultura, y los rasgos que son revestidos estéticamente varían de un lugar a otro. Para decirlo de otra manera, Schaeffer afirma que la relación estética es una constante, pero no afirma que en todas las culturas se repiten las mismas reacciones y las mismas conductas frente a los mismos objetos. Lo que se mantiene de una cultura a otra, lo que no está atado a sus especificidades, es aquello que permite distinguir una relación de tipo estética. En todos los casos, el comportamiento estético se define como un ?comportamiento humano intencional?, sostenido en el nivel atencional, que presupone una discriminación cognitiva, un discernimiento; cuya condición específica, que la distingue de otras actividades atencionales, es que está ?cargada afectivamente?. En otras palabras, es una actividad representacional mental, dirigida hacia un objeto que constituye su referente, que se caracteriza por un índice de satisfacción (o insatisfacción) que regula la propia actividad de discernimiento. El placer o el displacer tiene que ser originado por la actividad de discernimiento y, a la vez, regular el proceso atencional. Es decir, es una suerte de bucle, de ?proceso homeodinámico? de retroalimentación, entre el discernimiento y la (in)satisfacción.El feedback entre el proceso atencional y la valencia hedónica se logra sólo si la relación atencional se despragmatiza; es decir, si puede desactivar los circuitos reactivos cortos que nos impelen a actuar o a tomar decisiones prácticas. Al mismo tiempo, para que acontezca la experiencia en sentido estético, debe entablarse un ?enclave pragmático protegido? que refuerza recíprocamente el proceso atencional y la dimensión afectiva. Además, el cálculo hedónico debe darse en línea, en tiempo real y de manera continua, sin recaer en el objeto o el estímulo, sino que debe evaluar el propio proceso atencional. Todo ese circuito autoteleológico se ajusta al modelo de la ?fluencia procesual?, postulado en la década pasada desde la psicología de las percepciones. Sin embargo, la fluencia sólo explica una de las formas en que la valencia hedónica positiva sostiene a la experiencia estética, la otra es la curiosidad o interés.En el presente trabajo me propongo indagar en torno a la dinámica entre fluencia y curiosidad. En particular, me interesa mostrar el parentesco entre el modelo de la fluencia y el ?juego de facultades? que propone Kant en la tercera Crítica, por un lado; por otro, cuestionar la tesis de Schaeffer respecto a que en la relación estética no existe constricción alguna desde el objeto que estimula la atención.