DE HEGEMONÍAS Y RESISTENCIAS. APORTES AL DEBATE TEÓRICO METODOLÓGICO PARA EL ANÁLISIS CULTURAL

LOAIZA, MARCELO; SOLANA, DIANA

Mar del PLata

Congreso; XVI Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia; 2017

Departamento de Historia y Centros de Estudios Históricos de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata

La reflexión sobre la hegemonía y las resistenciasno puede reducirse exclusivamente al análisis de la expresión de prácticaspolíticas o económicas, debe incorporar necesariamente el análisis de la luchapor la producción y la apropiación social del sentido. Desde la noción deHegemonía buscamos despejar y volver a mirar los procesos de construcciónsocial de sentidos desde un lugar muy alejado del "culturalismo"celebratorio que encuentra en las prácticas subjetivas una creatividad querápidamente se confunde con resistencia. Hegemonía como experiencia que ?satura? latotalidad de la vida, que está organizada por significados y valoresespecíficos y dominantes que no son articulados de modo pasivo como una puraforma de dominación, sino que son continuamente resistidos, limitados,alterados y desafiados, y por ello, continuamente debe ser ?renovada, recreada,defendida, modificada? (R.Williams). Esta experiencia entre loque en realidad se experimenta y la conciencia practica que ésta genera en unmomento histórico determinado. Abrimos nuevamente el debate acerca de eseinconcluso proceso de rearticulación entre cultura y poder. Desde esta relaciónen tensión, revuelta contra las tradiciones del aparato simbólico de las clasesdominantes encontramos posibilidades de repensar la noción decultura. Recuperamos así el materialismo cultural como enfoque y métodopara desmontar procesos de ruptura con el sentido establecido y naturalizadopor  las clases dominantes. De esta manera, elproblema cognitivo para abordar el análisis cultural se nos presentaineludiblemente también como un problema político.  ConWilliams seguimos y actualizamos el itinerario gramsciano para una teoríamaterialista de la cultura. Ya no un mundo de ideas cristalizadas ?formasfijas-  como reflejo o discurso que pueda agotar el orden de larepresentación, sino expresión de esa tensión inconclusa de poderes, proceso no acabado, de aquello queestá en formación. Así, entendemos a los procesosculturales en tanto procesos históricos de sedimentación y reproducciónsilenciosa de las desigualdades.Reconocer que la historia es continuidad y ruptura con un sentido consagrado:el saber de las clases dominantes que de todos modos nunca es total pero sí esdominio en su intento por clausurar la palabra subalterna.