IPEHCS   26259
INSTITUTO PATAGONICO DE ESTUDIOS DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
La historia agraria norpatagónica en clave regional. La trama de una relación compleja entre políticas públicas, uso de los recursos y prácticas socioeconómicas en el largo plazo
Autor/es:
BLANCO GRACIELA; TOZZINI, MARIA ALMA
Libro:
La historia nacional en perspectiva regional. Nuevas investigaciones para viejos problemas
Editorial:
TESEO
Referencias:
Lugar: Buenos aires; Año: 2017; p. 437 - 466
Resumen:
(enviado a las directoras de obra en 2016, segun consta en la certificación emitida en 2017). Este capítulo pretende, desde el estudio de la temática agraria en un espacio regional como la norpatgonia en en el largo plazo -fines del siglo XIX a fines del XX-, aportar a una historia nacional en perspectiva regional, como propone el libro en el que se incluye (es el primer tomo de una obra de tres tomos). La intención es reconstruir la trama en la que se fueron relacionando, en diferentes contextos y de diversas maneras ?muchas veces conflictivas-, el Estado y sus agencias encargadas de aplicar las políticas de distribución de la tierra pública y garantizar los derechos sobre ella, con los distintos tipos de productores ganaderos. Cada uno de ellos con sus particulares maneras de vincularse a la tierra, no sólo en términos de formas de tenencia sino también en relación a sus prácticas socioeconómicas y culturales.La incorporación de las tierras patagónicas al dominio del Estado nacional en el último cuarto del siglo XIX marca sin duda un punto de inflexión para esos territorios. Las políticas públicas, el uso de los recursos, los actores sociales vinculados a ellos y las prácticas socioeconómicas, pasaron a partir de entonces por diversas transformaciones que incidieron en la trama de relaciones que se fue definiendo a nivel regional.Las declamadas intenciones de los gobiernos nacionales durante los setenta años de persistencia de los Territorios como unidades administrativas dependientes del poder ejecutivo, en relación a la necesidad de poblar las tierras patagónicas y establecer colonos, contemplando incluso un lugar ?aunque siempre subordinado- para las comunidades indígenas y los crianceros en tierras fiscales, no se correspondió con tramitaciones menos burocráticas ni con instancias de control que garantizaran el cumplimiento de tales intenciones. En los hechos, las agencias estatales nacionales y sus funcionarios convalidaron y consolidaron, con escasas excepciones, una situación en relación a la tenencia y al uso de los recursos que fue tejiendo una trama de relaciones compleja y casi siempre conflictiva entre los actores presentes en el espacio patagónico. La transformación de los Territorios en Provincias, con autonomía política y administrativa, no modificó en lo inmediato la situación. Sin embargo, las crisis sucesivas que afectaron a las actividades agropecuarias, sobre todo a las ganaderas, sumadas al fuerte impulso que desde los gobiernos locales y nacionales se dio a la explotación de los recursos hídricos e hidrocarburíferos ?petróleo y gas-, importantes para el pretendido desarrollo de la industria pesada en el país y considerable fuente de ingreso vía regalías para los nuevos estados provinciales en un contexto internacional favorable, agravó la situación de la actividad históricamente dominante y con ella la de los productores ganaderos. La precariedad y la inestabilidad de la ocupación persistieron en un contexto de fuertes disputas por los recursos naturales, que en las últimas décadas tiene como protagonistas a algunos grandes propietarios ganaderos, a privados extranjeros y argentinos con considerable capital y vinculados a la explotación de los recursos paisajísticos y a la conservación, a empresas nacionales y transnacionales ligadas a la explotación hidrocarburífera, y a los estados nacional y provinciales que propician el desarrollo de las nuevas actividades en tanto protagonistas en la recaudación fiscal de los mismos. Las políticas destinadas a mejorar las condiciones de producción y de vida de aquellos que aún tienen una relación inestable con la tierra que ocupan ?sean éstos criollos, inmigrantes o comunidades indígenas, vinculados a la ganadería tradicional-, no son suficientes para revertir la situación de extrema precariedad de esos actores sociales. En el caso de las comunidades, incluso, es notoria la forma en que se ha burocratizado el cumplimiento de las normativas nacionales e internacionales que regulan el reconocimiento de las mismas como pueblos originarios y de la tierra que habitan. La situación ha derivado en los últimos años en un considerable incremento de la conflictividad social emergente de esa trama de relaciones compleja y decididamente asimétrica.