IBBEA   24401
INSTITUTO DE BIODIVERSIDAD Y BIOLOGIA EXPERIMENTAL Y APLICADA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Comportamiento ingestión en hormigas, bases fisiológicas y aplicación al control
Autor/es:
LOIS MILEVICICH, J.; SCHILMAN P.E.; JOSENS, R.
Reunión:
Congreso; 2º Congreso Argentino de Biología del Comportamiento (COMPORTA 2015); 2015
Resumen:
Introducción: Las hormigas son insectos sociales y forrajeadoras de lugar central, por lo que la toma de decisiones durante el forrajeo no suele basarse en las necesidades propias de cada individuo, sino, en aquellas de la colonia. Esto se evidencia, durante la recolección de soluciones azucaradas, que sirven como fuente energética para realizar las actividades individuales y sociales. Es allí, donde se debe tener en cuenta el balance entre la energía aportada por el alimento y el tiempo y energía utilizada para su recolección y transporte hacia el nido. Uno de los parámetros relevantes es la concentración de sacarosa de la solución, y, por lo tanto, su viscosidad. La viscosidad de una solución es una de las características determinante de la dinámica de ingestión: un incremento en la misma provoca que ésta se ingiera más lentamente y en menor cantidad. Además, la tasa metabólica tiende a aumentar al incrementarse la concentración de la solución azucarada. Los cebos comerciales para el control de hormigas, buscando mayor estabilidad, incorporan gelificantes en sus fórmulas, o se utilizan aditivos que resultan en compuestos más estables y duraderos pero mucho más viscosos, lo que podría generar una alta ineficiencia de los mismos. Objetivo: Estudiar aspectos comportamentales y las bases fisiológicas de la ingestión de cebos que expliquen la menor efectividad de los cebos comerciales en el control de hormigas con respecto a cebos con soluciones azucaradas más diluidas. Método: Se utilizaron colonias de hormigas Camponotus mus mantenidas en el laboratorio en nidos artificiales. (1) Comportamiento: En una arena experimental, se suministró una gota de cebo azucarado ad libitum y se cuantificó los tiempos de ingesta y pausa de cada hormiga y el peso ingerido. Se utilizaron: un cebo comercial y dos cebos azucarados alternativos. Todos conteniendo el mismo tóxico con igual concentración. (2) Mortalidad: Se utilizaron los tres cebos mencionados anteriormente sumados a dos controles que fueron las mismas soluciones azucaradas, sin el tóxico. Se controló diariamente la mortalidad de las mismas. (3) Metabolismo: Se utilizaron dos soluciones azucaradas con distinta viscosidad y se midió el costo energético de la ingesta, utilizando un equipo de respirometría de flujo abierto. Además se registró el peso ingerido y tiempo se ingesta de cada hormiga al presentársele la solución ad libitum. Resultados: La cantidad de solución ingerida fue mayor para las soluciones de sacarosa que para el cebo comercial, lo cual implica que, para estos cebos alternativos, la masa de tóxico ingerida por hormiga fue mayor. Por su parte, el tiempo de ingestión resultó mucho menor para la solución de sacarosa más diluida que para la solución más concentrada y el cebo comercial. La diferencia más importante encontrada en la dinámica de la ingesta fueron las pausas, excesivamente mayores para los tratamientos con soluciones con mayor concentración de azúcar, que realizaban las hormigas mientras se encontraban en la arena experimental. Integrando ambas variables, se obtuvo que la tasa de ingestión resultó mayor para las soluciones azucaradas que para el cebo comercial, siendo la solución más diluida la que presenta la máxima tasa de ingesta. Consecuentemente, la mortalidad también resultó mayor para la solución más diluida. Esta menor tasa de ingestión de soluciones más viscosas se explicaría por un mayor costo asociado a la ingesta como lo muestran mediciones preliminares de metabolismo. Discusión: Los resultados encontrados estarían indicando que la falta de eficiencia en el control de plagas utilizando cebos comerciales, a veces, puede explicarse por el formulado de los mismos, ya que promueven un menor consumo determinando así, una menor entrada de tóxico hacia el nido en un tiempo dado, lo que genera una menor mortalidad.