El joven Mar Argentino, su colonización ictiofaunística y su traumática evolución

FIGUEROA, DANIEL E.; SCENNA, LORENA; BELLEGGIA, MAURO; BARBINI, SANTIAGO; SPATH, MARÍA CECILIA; SABADÍN, DAVID; CHIERICHETTI, MELISA

Mar del Plata

Simposio; IV Simposio Argentino de Ictiología; 2015

El Mar Argentino se asienta sobre una de las plataformas más grandes del mundo, de casi 1 millón de Km , sobre la que se asientan dos provincias biogeográficas. Pero no siempre fue así cuando analizamos su corta biografía. Sobre la base de los conocimientos de la deriva continental, su efecto en las corrientes marinas con sus implicancias en el necton, se propone la siguiente hipótesis respecto a la evolución de la ictiofauna en el Atlántico Surocccidental. En el Mesozoico, Sudamérica y África se encontraban unidas. Durante el Cretácico temprano (120-105 MA), empezaron a separarse, y las lenguas de agua que ocuparon las fisuras eran hipersalinas con bajas concentraciones de O2, y su ictiofauna endémica diferente a la actual. En el Cretácico medio (100 MA), con la mayor separación de las placas, se incrementó la circulación del agua proveniente del Mar de Tethys (sector caribeño), se normalizaron los niveles de O2 y salinidad, permitiendo la colonización de la ictiofauna tetiana. Al no estar formado el Pasaje de Drake, las frías aguas del Pacífico no ingresaban al Atlántico, creando la Corriente cálida del Brasil un efecto invernadero sobre las someras aguas de la Provincia Wedeliana (extremo sudamericano, Antártida y Australasia), llegando hasta Oceanía y con ella su ictiofauna. A partir del Oligoceno (30 MA), la entrada de aguas frías del Pacífico causada por la apertura del Pasaje de Drake, forman la Corriente Circumpolar Antártica, provocando efectos traumáticos en el clima, introduciendo la termófilas. Ya en el Pleistoceno (2,5 MA), se suceden las glaciaciones, la mayor fue hace 18.000 años, el incremento de los casquetes polares fue tal, que el frente polar antártico ascendió varias latitudes, quedando el Mar Argentino dentro de la influencia antártica, con una ictiofauna propia de la Provincia Magallánica. Luego empieza un incremento gradual de la temperatura y un retroceso de los hielos, ubicando al frente polar en los límites actuales y estabilizando el ecosistema del Mar Argentino en la configuración actual, con una joven comunidad ictiofaunística, increíblemente rica en diversidad, composición y distribución, en relación a los mares templados transicionales del Hemisferio Norte.