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En 1928, Walter Benjamin publica Einbahnstraße [Calle de dirección única]. Esemismo año, Sigfried Kracauer reseña el libro y dice que ?la filosofía recupera en él la determinación de su contenido? y que el filósofo es ubicado en una posición intermedia entre el investigador y el artista. Esta definición del filósofo, que será el punto de partida de este trabajo, está tomada nada menos que del mismo Benjamin, quien la desarrolla, aunque brevemente, en Der Ursprung des deutschen Trauerspiel [El origen del drama barroco alemán], libro que publica también en 1928.Si bien la meditación metafilosófica ocupa, como advierte Naishtat, escaso espacio en la producción benjaminiana, la definición de filosofía que puede desprenderse de sus escritos es un tema sumamente interesante y quizá no lo suficientemente explorado aún. Aun así, el objetivo de este trabajo es otro: nos interesa adentrarnos en Calle de dirección única para caracterizar un modo de hacer filosofía que logra ?hacer saltar, por medio de una especie de cortocircuito intelectual, chispas que iluminan súbitamente lo familiar, si es que no lo incendian?. Las imágenes de pensamiento [Denkbilder] que Benjamin ofrece en Calle de dirección única se alejan del modelo expositivo- deductivo de la ciencia así como también de cierto pensamiento poetizante al que la filosofía ha tendido a inclinarse para evitarlo. El trabajo se organizará en torno a dos ejes. El primero será el concepto mismo de ?imagen de pensamiento?, sobre el que nos interesa destacar, en primer lugar, su reticencia a la explicación. En efecto, la filosofía tiende a presentar sus ideas en la forma de argumentos, exposiciones y explicaciones. Las Denkbilder de Benjamin, en cambio, se acercan a su propio concepto de narración en tanto se resisten a ser explicadas. Así, como la narración, las Denkbilder proponen en el receptor un trabajo activo de asociaciones y reflexiones, mientras que el modo tradicional de filosofar cae preso de la lógica que, para Benjamin, caracteriza a la información periodística, que ?permanece ajena a la experiencia del receptor, cuanto más se le impone en la forma de explicaciones respecto de la cosa?. El vínculo con la experiencia y, específicamente, con la posibilidad de que el lector haga una experiencia, resulta central en tanto la crisis y la transformación de la experiencia [Erfahrung] en el mundo contemporáneo es uno de los temas que más ocuparon a Benjamin.Nos interesa destacar asimismo la espacialidad que es propia de las Denkbilder en su carácter de imágenes. La exposición de razonamientos deductivos o la argumentación por pasos tiene, por su carácter progresivo, una cualidad temporal en la que los momentos se suceden unos a otros de modo lineal. Las imágenes de pensamiento, en cambio, al trabajar visualmente, son capaces de yuxtaponer las imágenes en un montaje que evita la progresión, y que se hace patente especialmente en la disposición espacial de los textos en el libro que nos ocupa.El segundo eje de nuestro trabajo será el análisis de algunas de las imágenes depensamiento que conforman Calle de dirección única. Exploraremos allí la potencialidad de esta forma de filosofar, tan próxima a la literatura, especialmente en relación con un problema actual que podríamos caracterizar como una retirada de la filosofía del campo de los problemas de la vida, de los que hoy parecen ocuparse mayormente los discursos ligados a la autoayuda. Benjamin buscaba, con Calle de dirección única, que la literatura se acercara a formatos ?que se corresponden mejor con su influencia en las comunidades activas que el pretencioso gesto universal del libro?. Sin embargo, en Calle de direcciónúnica no es sólo la literatura la que muta, sino también la filosofía, que encuentra allí el modo de ?poner en movimiento al pensamiento que en su expresión tradicional y conceptual parece rígido, convencional y envejecido?, conjugando un formato literario con contenidos propios de la investigación social.