IADIZA   20886
INSTITUTO ARGENTINO DE INVESTIGACIONES DE LAS ZONAS ARIDAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El uso de los bienes naturales comunes por pobladores dentro de áreas protegidas: el caso de la madera muerta en bosques de Prosopis flexuosa de la Reserva MaB Ñacuñán (Mendoza, Argentina).
Autor/es:
GIMENEZ, CARINA; LAURA TORRES; CAMPOS, CLAUDIA; SZYMANSKI, CAROLINA
Lugar:
Quito
Reunión:
Congreso; V Congreso Latinoamericano de Etnobiología y II Congreso Ecuatoriano de Etnobiología.; 2017
Institución organizadora:
Sociedad Latinoamericana de Etnobiología
Resumen:
Los bosques de tierras secas representan el 27% de la superficie forestal mundial y actualmente están sufriendo una fuerte degradación como consecuencia de factores climáticos y actividades antrópicas no sustentables. Estos bosques aportan bienes naturales a las comunidades locales, como la madera muerta que es utilizada principalmente como combustible para la cocción de los alimentos, el calentamiento de agua y la calefacción. Los bosques abiertos de Prosopis Flexuosa en el Monte de Argentina fueron intensamente explotados a principios del siglo, bajo un manejo extractivista no sustentable de madera que aceleró la pérdida de los bosques nativos. Debido a esto, se han destinado esfuerzos para conservar los bienes naturales a través de la creación de áreas protegidas, como la Reserva Forestal Ñacuñán que posteriormente fue incluida en la Red Mundial de Reservas del Hombre y la Biósfera de UNESCO. Dentro de la reserva habita una pequeña población que reclama a las instituciones de gestión hacer uso de la leña muerta disponible para dar respuesta a sus requerimientos energéticos. Hasta el momento, y debido a la falta de información sobre demanda y producción del recurso leñero, las instituciones de gestión se han mostrado refractarias a atender los pedidos de los pobladores, hecho que provoca situaciones de tensión y conflicto. El objetivo general del presente trabajo es indagar acerca del acceso que tienen los pobladores a diferentes fuentes de energía, cuantificar la leña utilizada para las diferentes actividades del hogar y analizar las valoraciones que tienen los pobladores acerca del bosque. En 2014 y 2017 se llevaron adelante entrevistas semiestructuradas y en profundidad a las 20 familias que habitan de manera permanente en la reserva. Las familias consumen en promedio 1500 kg de leña cada invierno, los cuales se utilizan en calefones, salamandras y hornos. Los pobladores aprovechan no sólo la madera de algarrobo sino también las ramas finas de arbustos. Durante un par de años (2015-2016), aumentó el uso de artefactos eléctricos reduciéndose así la presión sobre la leña debido a una disminución en el costo de la electricidad logrado a través de subsidio estatal. Sin embargo, frente al escenario económico actual del país y la quita de subsidios estatales, se espera que en el invierno 2017, la demanda de leña alcance los valores registrados en 2014. Como estrategia a corto plazo, se propone el aprovechamiento de madera muerta obtenida luego de la limpieza de los caminos realizada para prevención de incendios.