CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Las regiones semiáridas constituyen ecosistemas frágiles, donde la combinación de variabilidad climática y usos de la tierra han derivado en muchos casos en procesos de degradación irreversibles. La estabilidad, resistencia y resilencia de esos estados degradados puede ser modificada por la actividad de especies nativas. En sistemas semiáridos del hemisferio Norte, como el desierto de Chihuahua, el paradigma de la desertificación pone un fuerte énfasis en el incremento de arbustos. En ese estado de arbustización, pequeños roedores como Dipodomys contribuyen a mantener al sistema en un estado degradado debido a su mayor actividad granívora-graminívora en esos sitios. En cambio, medianos mamíferos como Cynomys favorecen la restauración del sistema al consumir semillas de especies leñosas colonizadoras en esos sitios, y de esa forma limitan su establecimiento y dominancia. El objetivo del presente trabajo es proponer para el desierto del Monte central (Mendoza, Argentina) un modelo de modificación del ambiente por parte de pequeños y medianos mamíferos, y su contribución al fenómeno de la desertificación. Se realizó una revisión bibliográfica sobre trabajos previos que detallaban la ecología y comportamiento de mamíferos en la zona. En el modelo se propone que Eligmodontia typus impulsaría la restauración de sitios degradados a través de su estrategia de acopio y dispersión de semillas (principalmente de Prosopis flexuosa). Con respecto a medianos mamíferos, Dolichotis patagonum, contribuiría a restaurar el sistema a través de su actividad granívora; aunque también podría impulsar la erosión del suelo a través de la construcción de cuevas. En este trabajo se destaca la importancia de los mamíferos nativos del Monte como reguladores de la dinámica de la vegetación y su posible efecto restaurador del sistema.