IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
EXPERIENCIAS DE LA ENSEÑANZA DE ANTROPOLOGÍA EN NIVEL SUPERIOR, POSIBILIDADES PARA UNA PEDAGOGÍA HUMILDE Y ATENTA
Autor/es:
MAFFERRA, LUIS
Reunión:
Jornada; I Jornadas de Socialización de experiencias educativas significativas; 2019
Institución organizadora:
AET: Acción Educativa Transformadora
Resumen:
Dediqué la mayor parte de mi vida profesional a la investigación y sólo desde hace unos pocos años también a la docencia, creo sin embargo, que esta inexperiencia resultó una potencialidad. Intentaré desarrollarlo, cruzando un par de prácticas didácticas concretas con algunos conceptos provenientes de la antropología que considero serán de utilidad al oficio docente. Concretamente reflexionaré sobre la importancia de desaprender en las prácticas de aprendizaje, sobre el valor de ralentizar los procesos, y sobre la simetría como horizonte esencial para una enseñanza significativa. En el curso de antropología del segundo año de la carrera de historia (IES 9-004 Normal-Toribio de Luzuriaga), tratamos de aprender un poco de etnografía y de valorar la otredad como contrapunto de nuestras certezas. Para esto, es preciso primero deshacerse de prejuicios y sentidos comunes, entonces desaprender para aprender es el desafío. Junto al mismo grupo, jugamos a ser idiotas. El idiota es un personaje conceptual que Isabelle Stengers tomó prestado de Deleuze. Entre los griegos, el idiota es el que ralentiza al resto, el que resiste a las urgencias y exige ir más lento. Esta herramienta es útil para aprender que las preguntas que parecen obvias son las más difíciles de hacer y responder. Tal vez como docentes, yendo más lento a veces podemos llegar más lejos. Las herramientas anteriores, deben pensarse desde la simetría entre profesores y estudiantes, esto implica superar las distancias y compartir el lugar desde donde construimos los saberes. Por ello comparto las posibilidades y límites de una práctica humilde, que no se sustente en asimetrías ni proponga metas remotas, que por lo mismo abra su atención a los intereses y necesidades que surgen en el aula como campo de prácticas concretas.