IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Paleoambientes, variabilidad climática y ocupaciones humanas en el sur de la Pampa del Tamarugal
Autor/es:
MALDONADO, A.; SEGURA, C.; DE PORRAS, M.E.; ANTINAO, J.L.; GAYO, E.M.; CARRILLO, D.; URIBE, M.; GARCÍA, J.L.
Lugar:
Santiago de Chile
Reunión:
Congreso; XXI Congreso Nacional de Arqueología Chilena; 2018
Resumen:
La comprensión del paisaje actual, así como las reconstrucciones paleoambientales, pueden ser claves para entender la dinámica y los procesos culturales de un lugar determinado. En el sur de la Pampa del Tamarugal registros arqueológicos han documentado evidencias de ocupaciones humanas discontinuas desde aproximadamente 13.000 años cal AP (años calibrados antes del presente) hasta tiempos sub-actuales. Las evidencias paleoecológicas y arqueológicas que se presentan dan cuenta de una dinámica historia de la pampa, altamente dependiente de la variabilidad hídrica de largo plazo.En el sur de la Pampa del Tamarugal, entre las quebradas de Guatacondo y Tambillos, y entre la carretera 5 sur y el piedemonte andino, es posible encontrar una serie de rasgos y elementos que muestran aspectos del paisaje y de las actividades humanas pasadas. Así, una serie de restos vegetales, dentro de los que se encuentran paquetes de hojarasca, troncos en posición horizontal, bases de troncos in situ, improntas de tallos vegetales, así como depósitos de sedimentos finos de carácter fluvial y depósitos sedimentarios que dan cuenta de la existencia de paleo-vertientes o paleo-humedales e incluso una pequeña cuenca lacustre correspondiente a un lago somero en la zona, evidencian un paisaje muy distinto a la actual Pampa hiper-árida. Todos estos depósitos de vertientes y humedales, se ubican de manera lineal de norte a sur, aparentemente siguiendo un rasgo geológico conocido, como la flexura de Pica, que daría cuenta de la ocurrencia de estos rasgos geográficos. Por otra parte, los restos vegetales mencionados, se distribuyen diferencialmente a lo largo de la Pampa del Tamarugal. Aquellos del género Prosopis se presentan con mayor frecuencia en sitios bajos donde aparecen las bases de los troncos in situ, mientras que cercano al piedemonte, los restos corresponden principalmente al género Escallonia, los cuales se encuentran enterrados apareciendo en los cortes de caminos y ?minas de leña? explotadas en la época del salitre. Actualmente este género se encuentra en la zona solamente en el interior de quebradas con cursos de agua permanente. Paralelamente, la presencia de restos de fauna extinta, ayuda a mostrar elXXI Congreso Nacional de Arqueología Chilena / Libro de resúmenesSimposio IX: Geoarqueología en Chile y Latinoamérica: balances históricos, el presente y futuros quehaceres49 | P á g i n acontraste entre el paisaje del pasado, con presencia de agua, vegetación y animales en la Pampa del Tamarugal y el actual paisaje árido y desprovisto de vegetación. Las fechas de la mayor parte de estos elementos corresponden al Pleistoceno tardío entre 18.000-14.000 años cal AP y corresponderían a un paisaje sin presencia humana y que estaría asociado a eventos de alta pluviosidad descritos a escala regional para los Andes Centrales durante Pleistoceno tardío.El registro arqueológico del sitio Quebrada Maní 12 (QM12), fue el primer hallazgo de una serie de sitios y evidencias de actividad humana recurrente en la Pampa, hacia fines del Pleistoceno. Los hallazgos se ubican tanto en la franja del piedemonte como (QM12, Chipana 1), como en la parte baja del área aluvial donde se han descubierto acumulaciones estratigráficas o dispersiones más superficiales de material lítico de características tipológicas temprana (i.e. puntas que recuerdan los tipos Patapatane, Tuina, Punta Negra, lanceolados), con dataciones que confirman su contemporaneidad con QM12. Durante este periodo la evidencia paleoambiental sugiere el desarrollo de humedales solamente en Quebrada Maní, los cuales habrían existido hasta al menos 11.000 años cal AP, sugiriendo la presencia de ambientes mucho más productivos que los actuales.Posteriormente, una abrupta caída en la pluviosidad en los Andes durante el Holoceno temprano y medio habría generado condiciones de extrema aridez en zonas bajas como la Pampa del Tamarugal. En consecuencia, evidencia de ocupación humana no se registran para estas épocas. Consistentemente, las observaciones sedimentológicas y fechados por OSL (Opically Stimulated Luminescence) sugieren un paisaje árido en la Quebrada de Guatacondo, la cual hacia los 6.700 años AP aun no contaría con el cañón central donde actualmente se ubica la quebrada, sino que este cañón habría sido excavado en algún momento después de 6.600 años AP pero antes de 1.300 años AP.El conjunto de evidencias del Holoceno tardío (ca. 2.500-1.000 años cal AP) está asociado a los sitios arqueológicos del periodo Formativo de Guatacondo, Ramaditas y Quebrada Maní, tanto en sus recintos como sistemas de campos de cultivo. Durante este periodo, fechados directos sobre material de los sitios arqueológicos, como restos de carbón o material vegetal dan cuenta de la cronología de estos sitios. Así mismo fechados directos sobre los canales de regadío, nos permiten seguir acotando este tipo de ocupaciones al fechar directamente los canales de regadío, a partir del material vegetal (hojas) que se preservan bajo las compuertas que dan dirección al flujo de agua en la red de canales, permitiendo obtener una edad muy cercana al último evento de puesta de cada una deXXI Congreso Nacional de Arqueología Chilena / Libro de resúmenesSimposio IX: Geoarqueología en Chile y Latinoamérica: balances históricos, el presente y futuros quehaceres50 | P á g i n alas rocas que forman la compuerta, esta situación asume campos de cultivos dinámicos y con presencia de árboles en los alrededores, lo cual es evidenciado además de las hojas por la presencia de bases de troncos in situ a la orilla de varios de los canales de regadío. Por otra parte, hemos fechado directamente canales mediante fechas de OSL sobre las partículas de feldespato de los depósitos, las cuales son coherentes con los fechados radiocarbónicos. Durante este periodo se evidencian grandes extensiones de campos de cultivos y canales de regadío, los que se ubican principalmente sobre un sustrato de sedimentos finos depositados por antiguas bajadas de barro, lo cual posiblemente permite un mejor aprovechamiento del agua y mayor cantidad de nutrientes. Este periodo de ocupación de la Pampa del Tamarugal, es coetáneo con una fase húmeda registrada a partir de polen preservado en depósitos de roedores de sitios de mayor altura (21°S; 3500 msnm).Este periodo de mayor desarrollo cultural y reutilización de la Pampa del Tamarugal, termina en torno a los 1.000-700 años cal AP, en concordancia con una nueva tendencia hacia la aridez evidenciada en los registros de polen en los depósitos de roedores. Después este periodo las aldeas de la pampa dejaron de ser utilizadas, lo que dio paso al auge de aldeas ubicadas a mayor altura o bien aquellas asociadas a oasis de agua activos hasta el presente.Finalmente, cerca de 100 a 150 años cal AP, al menos tres series de depósitos de roedores muestran un breve, pero consistente pulso de aumento de humedad en la zona andina, el que es acompañado por una breve reutilización de los campos de cultivo en la pampa.Estos conjuntos de evidencias dan cuenta de una pampa dinámica, altamente dependiente de la variabilidad hídrica de largo plazo, la que fue poblada por fauna actualmente extinta, con presencia de humedales, bosques de Escallonia y Prosopis, durante una de las fases húmedas del Pleistoceno final y por las primeras ocupaciones humanas durante la última fase húmeda de este periodo. Y posteriormente reocupada intensamente durante el periodo Formativo, también en momentos en que la humedad ambiental era mayor a la actual mostrando la mayor intervención humana antes de tiempos históricos. Por último, en un breve periodo de reocupación durante la época colonial.