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Los períodos en los cuales los caudales se encuentran por debajo de un nivel crítico son condiciones extremas adversas que pueden tener implicancias significativas en la sociedad, la economía y el medio ambiente. A fin de caracterizar estos eventos a nivel regional, se realizó un estudio climatológico de las sequías hidrológicas en los ríos andinos de Argentina durante el período 1961-2006. Para ello, se utilizaron datos de caudales mensuales en 21 estaciones de aforo al este de la Cordillera de los Andes, distribuidas entre las latitudes 30ºS y 50º, desde el río San Juan hasta el río Santa Cruz. Las características de las sequías hidrológicas (cantidad de eventos, duración y severidad media) fueron estimadas mediante el índice de caudal estandarizado (ICE), el cual representa el número de desviaciones estándar del caudal respecto a la media de una determinada estación de aforo. Dado que la distribución de los caudales mensuales tiende a estar sesgada, primeramente los caudales de cada cuenca se ajustaron a una distribución gamma y luego se realizó una transformación equi-probable a una distribución normal. En las cuencas de Patagonia se registraron la mayor cantidad de eventos de sequía, lo cual responde a una mayor variabilidad interanual en las series de ICE en comparación con las series de las cuencas de la región de Cuyo. Este comportamiento es opuesto en cuanto a la duración, con mayores duraciones en las sequías hidrológicas registradas en la región de Cuyo; mientras que el patrón de severidad presenta mayores valores en las cuencas de Patagonia. Las tendencias en las series de ICE también presentan patrones opuestos entre las cuencas de Cuyo y Patagonia, con tendencias positivas (negativas) en las cuencas de la región de Cuyo (Patagonia). Los eventos de sequía hidrológica con mayor extensión espacial se registraron durante los años 1968 y 1996, afectando 20 y 18 cuencas, respectivamente. Condiciones de sequía severa se observaron en junio de 1968 en las cuencas del río Atuel (Mendoza) y Fontana (Chubut), mientras que en octubre de 1996 la cuenca del río Chubut fue afectada por condiciones de sequía extrema. El seguimiento de las sequías hidrológicas en base al ICE provee información de relevancia para la toma de decisiones sobre el manejo de los recursos hídricos.