IANIGLA   20881
INSTITUTO ARGENTINO DE NIVOLOGIA, GLACIOLOGIA Y CIENCIAS AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
El Acuerdo de París y su implementación. De Francia a Marruecos 2016-2018.
Autor/es:
BUENO, MARÍA DEL PILAR; GONZÁLEZ, JOEL HERNÁN; ELIAS, GUILLERMINA
Revista:
Anuario del Instituto de Relaciones Internacionales
Editorial:
Universidad Nacional de La Plata
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2019 p. 1 - 134
ISSN:
2344-956X
Resumen:
El Acuerdo de París es un documento alcanzado en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Se trata del segundo intento de implementación de la Convención, tras el Protocolo de Kioto. Es un documento multidimensional que evidencia el interés diversificado de las Partes y grupos de negociación, así como un escenario climático multilateral cada vez más vibrante y complejo tras 26 años de trabajo. El Acuerdo pone en evidencia un proceso de más de 10 años de diplomacia climática activa que, al menos, comenzó en Bali (COP13) y que se esperaba culminara con la adopción del Acuerdo de Co-penhague (COP15), un documento formalmente fallido pero que, en la práctica, sentó las bases de un cambio sustantivo en la Convención. Esto involucra transformaciones ligadas al rol de las Partes, incluyendo el incremento del número de grupos de negociación de países en desarrollo y su mayor organización en torno a posiciones comunes. Esto se ha manifestado en una diversificación de intereses ejemplificada en el propio Acuerdo, donde no sólo se involucran acciones de mitigación, sino de adaptación, pérdidas y daños, mercados, financiamiento, tecnología, construcción de capacidades, transparencia de la acción y del apoyo, balance mundial y mecanismo de cumplimiento. Las bases sentadas en Copenhague, y formalmente asumidas en Cancún (COP16), un año más tarde, también involucran un rol cada vez más significativo de actores no estatales y subnacionales, sin dicho peso e influencia, el Acuerdo de París no habría sido posible.Copenhague, Cancún y París también consolidaron el liderazgo sino-norteamericano del régimen, cambio que, primero, repercutió sobre la Unión Europea (UE) que había sostenido el esfuerzo climático multilateral tras el retiro de Estados Unidos del Protocolo de Kioto. Sin embargo, luego, la UE logró cierta recuperación, lo que consolidó un liderazgo tripartito y triangular en Francia, teniéndola una vez más como anfitriona, tanto, en 2015 como en 2018, para cerrar el paquete de implementación. Dado este escenario, alcanzado el Acuerdo de París con su delicado balance entre elementos, se abrió un nuevo período hacia la entrada en vigor. Dicho proceso se esperaba en un período pruden-cial como para llevar adelante el plan de trabajo que se comenzó a bosquejar en la Decisión 1/CP.21 que acompaña el Acuerdo. Sin embargo, episodios internacionales, como las elecciones en Estados Unidos, abreviaron los tiempos previstos, exigiendo una entrada en vigor récord. Con una primera Conferencia de las Partes del Acuerdo de París que se celebró en 2016, tras un año de adoptado el Acuerdo y que se extendió hasta Polonia en 2018. No sólo esto, sino que este delicado balance, al cual se hace continua referencia, tuvo prontamente en la negociación de la agenda del Grupo de Trabajo Ad Hoc del Acuerdo de París (APA), en mayo de 2016, su primer revés. Una agenda de compromiso sin medios de implementación fue tan sólo uno de los muchos inconvenientes que luego llevó al tratamiento de los denominados temas huérfanos. De este modo, esta contribución por parte del Departamento de Medio Ambiente y Desarrollo del IRI, junto con colegas invitados e invitadas que -en algunos casos- participaron del proceso negociador, procura mostrar aspectos claves del Programa de Trabajo.