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El descenso de la mortalidad en los países de la región de América Latina y el Caribe se ha caracterizado por ser un proceso acelerado y heterogéneo. Si bien ha habido una trayectoria convergente hacia el aumento de la esperanza de vida al nacer en todos los países en las últimas décadas, persisten diferencias en el logro de una mayor longevidad para las poblaciones en su conjunto. Adicionalmente, podrían existir diferencias en los niveles de mortalidad al interior de los países, fundadas en las desigualdades sociales como el género, la pertenencia étnico-racial, el nivel económico social, el territorio, entreotros aspectos (CEPAL, 2016).Existe, por tanto, un amplio campo de acción para aumentar la supervivencia de las personas en la región, especialmente si se considera que el nivel de la mortalidad en ella es similar al que exhibían los países más desarrollados hace ya 25 años, lo que indica que todavía se pueden lograr avances significativos en este plano y que hay experiencia acumulada sobre la manera de hacerlo (CEPAL, 2008).Al mismo tiempo, existe alguna evidencia sobre una importante reducción en lavariabilidad de la edad de muerte en algunos países de América Latina (Gonzaga, Queiroz & Machado, 2009), debido al proceso que Fries (1980) ha denominado hipótesis de compresión de la mortalidad. El concepto de compresión de la mortalidad está relacionado con el de la rectangularización de la curva de sobrevivencia, lo cual significa de acuerdo con Fries, un estado en el cual la mortalidad por causas exógenas es eliminada y la variabilidad remanente en la edad de muerte es causada por factores genéticos (Fries,1980).Gonzaga, Queiroz y Lima (2017) examinaron los cambios en los patrones de mortalidad en países de América Latina y el Caribe, con el objetivo de identificar cambios en la variabilidad de la edad de muerte. Los autores observaron una reducción de la variabilidad acompañada por un cambio en la distribución de muertes en edades avanzadas, lo cual podría significar un proceso de compresión de la mortalidad en la Región.Según datos de la Organización Panamericana de Salud (2017) Argentina, Chile yUruguay presentan una esperanza de vida superior a la media de la región (75 años). Sin embargo, podrían existir diferencias al interior de estos países, relacionadas con las diversas condiciones territoriales, que implican procesos desiguales de enfermar y morir.el objetivo de este trabajo es analizar el proceso de compresión de la mortalidad en Argentina, Chile y Uruguay, según sexo y región geográfica, en los últimos 30 años. Se plantea la hipótesis que la compresión de la mortalidad no ha sido igual entre ni al interior de los países de la región, debido a los diferenciales en las condiciones de vida que afectan la morbilidad y la Mortalidad.