CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El espacio en e drama satírico: el desplazamiento de la dialéctica de la tensión a la distensión
Autor/es:
DE SANTIS, GUILLERMO
Reunión:
Jornada; II Jornadas (En)clave teatral; 2018
Resumen:
La idea de teatro como la de espacios que se abarcan mutuamente tanto en sentido físico-arquitectónico y natural cuanto simbólico y escénico es un buen principio de análisis del espacio del teatro griego. Impone en principio la combinación de la arqueología y de la semiótica teatral pues la relación físico-arquitectónica ubica al teatro como construcción situada en una geografía urbana mientras que la semiótica establece las relaciones semánticas de los espacios internos dispuestos por el autor en aprovechamiento del edificio teatral.Esta breve premisa es particularmente importante para el teatro griego pues, como ha señalado Rhem, al analizar el espacio teatral desde el punto de vista semiótico, solemos perder de vista la estructura física del edificio y su inserción en el espacio y en el paisaje geográfico-urbano.Situados en las gradas y mirando en dirección suroeste, el espectador del teatro de Dionisio veía la escena y, además, en su horizonte visual tenía gran parte de la edificación urbana; hacia el frente podía ver in extenso las zonas externas de la ciudad hasta el contorno marino. Si a esto le agregamos que para ingresar al teatro se recorría parte de la Acrópolis, entonces podemos decir que el espectador tenía muy en claro que el teatro era una parte de un todo, un espacio urbano rodeado por edificaciones de una significación especial y desde el cual se observaba gran parte del espacio natural de la ciudad y sus alrededores.Por ello, representar en la escena un espacio urbano como un templo o un palacio, no implica un esfuerzo de imaginación descomunal, sino que el efecto de extrañamiento y verosimilitud de la escena se produce, en primer término, por ser otra ciudad la representada, Tebas, por ejemplo, y por la temporalidad, el mundo de los héroes del mito.De la misma manera, si el espacio escénico del drama satírico son los márgenes de la ciudad, el satirógrafo cuenta con el sustrato fundamental de la vista desde las gradas, lejana pero concreta, de las zonas no urbanas. Es decir que la escena teatral no es el lugar de la plena imaginación sino de la condensación de un espacio que se ?independiza? de la geografía real por estar proyectado en el tiempo, en la trama del mito y en el recorte espacial que llamamos escena.Cuando decimos ?condensación? nos referimos a la síntesis que necesariamente realiza el espectador entre el espacio real y el representado pues, como señalamos, el dramaturgo se vale de esta dialéctica para, por un lado, asegurar la verosimilitud y, por otro, para garantizar el extrañamiento que permitirá desarrollar una trama que persigue emociones llevadas a un grado de experimentación mayor al de la realidad.Esta dialéctica entre el espacio externo geográfico-real y el escénico es a mi juicio, la base necesaria, cognitiva, si se prefiere, para desplegar otra dialéctica, esta vez netamente escénica, la del espacio escénico con la del espacio extraescénico: se trata, en principio, de la posibilidad de representar un espacio, el urbano de la tragedia, por ejemplo, y aludir al espacio externo, afianzando en el espectador la idea de que la trama trágica se desarrolla plenamente en la ciudad, esto es en una escena que representa una ciudad (Tebas) en un teatro inserto en la ciudad (Atenas), una edificación que, lejos de imponer un límite, se continúa en las casas y templos que rodean los accesos al teatro de Dionisos, que mucho tienen que ver con el palacio o los templos representados en la ficción de la escena.