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Nuestra comprensión de las características del desarrollo de adolescentes y jóvenes ha mejorado significativamente gracias a los aportes de la Psicología Cognitiva y de las Neurociencias. En efecto, desde la caracterización de la adolescencia como un periodo de ?tormenta y tensión? que presentara Stanley Hall, (1904) pasando por la proposición de una ?adultez emergente? (Arnett, 2000), se han ido desarrollando miradas más complejas sobre los cambios que experimentan adolescentes y jóvenes. Así, por ejemplo, teniendo en cuenta las características del desarrollo adolescente y, particularmente, las vinculadas con el desarrollo neurobiológico y comportamental, es posible comprender mejor por qué la comunidad científica considera que la adolescencia constituye claramente un período crítico para la vulnerabilidad a la adicción a drogas. Sin embargo, la mayor parte de estos hallazgos se basa en el estudio de grandes muestras de adolescentes caracterizados como WEIRD, un acrónimo inglés que remite a ?Western, Educated, Industrialized, Rich, and Democratic?. En ese sentido, la psicología del desarrollo enfrenta una serie de desafíos metodológicos tales como la necesidad de realizar adecuados estudios de comparación cultural; la integración de métodos cualitativos y cuantitativos dentro de los denominados métodos mixtos; la combinación de diseños transversales y longitudinales otorgando, por ejemplo, mayor lugar para la implementación de diseños de series de tiempo; y la correcta elección de las tareas experimentales que pueden ser resueltas por este sector de la población; entre otros. En esta presentación, por lo tanto, se abordarán estos temas recuperando la experiencia de diversas investigaciones realizadas en el Laboratorio de Psicología del IIPsi-CONICET-UNC. De esta manera, se analizarán los casos de la adaptación de pruebas psicológicas entre culturas para el caso de la evaluación de aspectos vinculados con el consumo de alcohol en adolescentes; la utilidad de los métodos mixtos en ciencias del comportamiento y las ventajas de los diseños longitudinales para la evaluación del consumo de alcohol adolescente; y las oportunidades que surgen cuando se piensan tareas experimentales ecológicas basadas, por ejemplo, en el uso de videojuegos para la evaluación de aspectos cognitivos y emocionales de los adolescentes. El análisis de estos ejemplos, por otra parte, también contribuye a aportar elementos vinculados con la discusión actual sobre la calidad de las investigaciones en la psicología, en particular, y en las ciencias del comportamiento, en general. En efecto, la presentación también dará pie a la discusión sobre la crisis de replicabilidad en las ciencias y sobre las medidas tendientes a revertirla. De manera particular, la idea es alentar el debate y la reflexión sobre las prácticas de investigación frecuentes en el contexto local sobre temáticas que implican a la población adolescente. Este aspecto no resulta menor si se considera el interés actual en el desarrollo de políticas públicas, basadas en la mejor evidencia posible, para adolescentes y jóvenes tanto desde gobiernos locales y nacionales como de organismos de la talla de Naciones Unidas, entre otros.