CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Lo tecnológico es político: una discusión urgente para la economía social. La experiencia de Bariloche (Argentina)
Autor/es:
MARTÍNEZ, VIRGINIA
Lugar:
Sao Paulo
Reunión:
Seminario; XIII Seminário Procoas 2017; 2017
Institución organizadora:
Universidade Estadual de Sao Paulo y AUGM
Resumen:
Las discusiones acerca de ?lo tecnológico? que se vienen dando en el campo de la economía social se articulan, en general, en torno a dos mitos de origen: que la tecnología es el lado bueno del capitalismo y que las cooperativas deben valerse de ella (o sea, modernizarse) para tornarse más competitivas. Es allí donde El fetiche de la tecnología de Henrique Novaes (2015) coloca una pregunta interesante por lo imprescindible: ¿no habrá que ir más allá de la apropiación de los medios de producción?En la presentación de ese libro, Andrés Ruggeri dice que Novaes viene a llenar un vacío en los Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología (ESCT) al plantear la no neutralidad de la tecnología. Sin embargo, nos interesa subrayar lo que dice después: ?la crítica a la tecnología no formaba parte del marco analítico de las empresas recuperadas [que] se limitaba a señalar la falta de actualización, la obsolescencia y el deterioro o la falta de maquinaria?. Es decir que el texto de Novaes viene a llenar un vacío no sólo en los ESCT sino también, y sobre todo, en los estudios sobre la autogestión.La autogestión, en tanto afirmación de la autonomía de los sujetos para gestionar y definir sus modos y condiciones de trabajo, se ve sensiblemente condicionada por las tecnologías de las cuales se vale para ello. Pero esto sólo es posible de asumirse si logramos desarticular aquel aparato conceptual que insiste en la neutralidad tecnológica y, con ello, en la posibilidad de su simple apropiación para llevar a cabo los fines que nos propongamos.Diremos entonces que es necesario quitar el manto de neutralidad que se ha aplicado sobre la tecnología para develar qué intereses, qué personas, qué ideas, en fin, qué relaciones de poder se conjugaron en un desarrollo tecnológico que luego se cristalizó en un producto. Mudar la pregunta por la autonomía desde la aplicación de cierta tecnología hacia su desarrollo o su construcción arrojará respuestas diferentes y, sin duda, más interesantes. No se trata ya de qué hacer con eso que nos es dado, sino de cómo hacerlo por nosotras/os mismas/os.Este texto recoge reflexiones de una experiencia de desarrollo colectivo de tecnología social para el hábitat en la ciudad de Bariloche, de la cual formamos parte hasta fines del 2016. Indagamos allí las posibilidades efectivas de desandar los modos coloniales de producción de conocimiento que jerarquizan el saber científico sobre otros saberes. Es imprescindible para ello reconocer las determinaciones que ejercieron los sentidos profundamente sedimentados sobre los cuales se ha configurado lo que hoy comprendemos como ?el conocimiento válido?. Recaer en el determinismo fatal de las estructuras nos invalida para pensar la política. Omitir que hay grados y formas de determinismo nos dejaría en un mundo político, sí, pero puramente decisionista. En el medio de esa tensión intentaremos desplegar nuestras reflexiones.