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En el siguiente trabajo indagaremos las prácticas de producción, edición y distribución de historietas llevadas adelante por Llantodemudo Ediciones, un sello independiente que funcionó entre 1995 y 2016. Fundado en la ciudad de Córdoba por el autor y gestor cultural Diego Cortés (1976-2015) junto a Federico Rubenacker y Pablo Peisino, Llantodemudo sentó las bases de un paradigma de trabajo autogestivo, siendo referencia para proyectos editoriales posteriores. La trayectoria del citado sello ?que además de historietas editó poesía y narrativa- se inició en medio de una crisis de la industria editorial de historietas en Argentina que se desarrolló a la par de una crisis económica y social en el país que tuvo su punto de ebullición en diciembre de 2001. Aquella crisis derivó en el quiebre y desaparición de las principales empresas editoras de historieta de la época tales como Puertitas (1994), Ediciones Record (1996) y Editorial Columba en el 2001. Durante ese período de finales del siglo pasado y los comienzos del 2000, asistimos al florecimiento de la autoedición y la aparición de pequeños sellos independientes que comenzaron a producir, distribuir y comercializar sus historietas por canales alternativos a los tradicionales, a la vez que comenzaron a afianzarse los eventos y festivales de historieta. Llantodemudo Ediciones se inscribe en este momento de la historia del campo de la historieta argentina, con la novedad de una política de publicación centrada en el formato libro. Nuestro objetivo general es determinar de qué manera este sello dio un salto cualitativo y cuantitativo, pudiendo hacerse de un catálogo y de una visibilidad que le valió posicionarse como una de las empresas autogestivas más prolíficas y prestigiosas de Argentina. Recortaremos temporalmente nuestro objeto de estudio en el último tercio de trayectoria de Llantodemudo, la etapa 2008-2015, a la que consideramos el período de mayor producción del sello. Las políticas que analizaremos como variables del cambio de paradigma editorial de Llantodemudo son: ?Afianzamiento del libro como producto editorial, en relación a que no todas las editoriales independientes editaban en este formato.?Políticas de coedición, que potencian comercialmente la editorial a partir de la reducción de costos y a la ampliación de mercados?Participación y realización de eventos y convenciones de historieta, que otorgaron visibilidad a la editorial ?Venta directa diversificada, como es el caso de los autores que venden los libros de Llantodemudo ya que los han recibido como paga ?Realización de talleres y concursos como instancias de semillero de autores y obras, instancias que favorecieron el encuentro con el público. ?Publicación de autores extracordobeses, es decir, no sólo autores locales, sino también nacionales e internacionales.Mantenemos como hipótesis que el interés de Llantodemudo como proyecto cultural puede caracterizarse como un doble juego: por un lado, la publicación de autores nóveles y poco conocidos en cuyas producciones los editores apostaban al juzgarlas de notable calidad, y por otro lado, la edición de autores de mayor trayectoria y profesionalmente más reconocidos incluso por un público amplio (Bourdieu, 1995), los cuales como tendencia garantizarían ingresos económicos en mayor volumen y más rápidamente en términos de ventas.De nuestros resultados parciales de investigación, podemos concluir, siempre provisoriamente, que a lo largo de sus dos décadas de existencia, Llantodemudo Ediciones creó un paradigma de trabajo que se tradujo en una ganancia equilibrada de capital simbólico y de sustentabilidad económica. Como tesis complementaria, decimos que ese paradigma dio un giro a partir de 2008, año en el que la editora de Diego Cortés inicia una serie de políticas editoriales que incrementaron significativamente su visibilidad y volumen de producción en el campo de la historieta argentina.