CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Los grados del diminutivo: un capítulo confuso de la gramática latina
Autor/es:
BURGHINI JULIA
Lugar:
Bahía Blanca
Reunión:
Jornada; VIII Jornadas de Cultura Grecolatina del Sur & III Jornadas Internacionales de Estudios Clásicos y Medievales; 2017
Resumen:
Los sufijos protoindoeuropeos -*ko- y -*lo- fueron muy productivos en la lengua latina, en especial en la formación de los diminutivos, dado que, mediante secuencias sufijales, resultados fonéticos, combinaciones y reduplicaciones, dieron lugar a múltiples composiciones (-ulus, -ellus, -illus, -culus, -cellus, -ellulus, -cellulus, etc., cfr. Leumann, §282), a raíz de las cuales podría pensarse un aumento de la función diminutiva (Haverling, 2011, p. 127).En las artes grammaticae el tratamiento de los diminutivos tiene un status mixto: desde un punto de vista semántico, se asemejan a los grados de comparación (en tanto representan la disminución de la esencia del sustantivo/adjetivo, que se realiza por medio de la sufijación), y desde un punto de vista formal se asemejan a los nombres derivados, dado que se derivan de nombres primitivos (Fournier, 2013, p. 120). Ahora bien, hay dos diferencias sustanciales entre los nombres diminutivos y los comparativos: 1) los lexemas susceptibles de formar comparativos no suelen ser los mismos que los susceptibles de formar diminutivos; y 2) en los primeros, la disminución de calidad o cantidad del derivado se realiza sólo con respecto al primitivo (i.e, absoluto), mientras que en los segundos el aumento de calidad o cantidad se realiza con respecto a otro término (i.e., relativo): en el caso del comparativo, se confrontan dos términos entre sí; en el del superlativo, se ?establece una comparación entre tres o más términos, el que se compara y los que sirven de base de comparación, que han de ser al menos dos? (Baños Baños 2009, pp. 269-270). La consecuencia inmediata es que los diminutivos pertenecen al ámbito de la morfología y los comparativos y superlativos al de la sintaxis. Sin embargo, el tratamiento de los nomina diminutiua por parte de los gramáticos no es unánime, en tanto algunos grammatici Latini consideran al diminutivo como uno de los siete tipos de nombres derivados (entre los que se cuentan los patronymica, possessiua, paronyma, uerbalia, conparatiua, superlatiua y diminutiua), mientras que otros lo colocan, de manera más general, entre los veintisiete subtipos de nombres apelativos, entre los que se incluyen los nomina principalia y los deriuatiua: es decir, o bien son nombres derivados, junto con los conparatiua y superlatiua; o bien son uno de los veintisiete subtipos de los nombres apelativos.La posibilidad de acumulación de estos sufijos ha llevado a algunos lingüistas y gramáticos latinos a establecer una relación con los ?grados? del comparativo, y en consecuencia algunos afirman que el diminutivo tiene tres grados. Sin embargo, con la mención de ?grados? se presentan dos posturas: algunos aceptan una disminución semántica progresiva (e.g. Varro ling. 9,74: Item ab huiuscemodi dissimilitudinibus reprehenditur analogia, quod cum sit anus cadus simile et sit ab anu anicula anicilla, a cado duo reliqua quod non sint propagata, sic non dicatur a piscina piscinula piscinilla. Ad haec respondeo huiuscemodi uocabulis analogias esse, ut dixi, ubi magnitudo animaduertenda sit in unoquoque gradu eaque sit in usu communi, ut est cista cistula cistella et canis catulus catellus, quod in pecoris usu non est. Itaque consuetudo frequentius res in binas diuidi partis ut maius et minus, ut lectus et lectulus, arca et arcula, sic alia) y otros la niegan, como Donato, Diomedes, Consencio, etc. (cfr. Don. 615, 5 H. diminutiuorum tres sunt gradus; quorum forma quam magis minuitur, crescit saepe numerus syllabarum, pasajes similares en Diom. gramm. I 325, 27 y Consent. gramm. V 340, 25). Estos últimos grammatici parecen referir al hecho de que los sufijos diminutivos se disminuyen unos a otros (cfr. forma), y no establecen una relación con el significado (i.e., la relación con los ?grados del comparativo? se plantea exclusivamente en el plano formal, no en el semántico). Sin embargo, con el correr de los siglos, la transmisión de la doctrina gramatical dio lugar a una confusión, en particular en los comentaristas de Donato (Servio, Pompeyo), quienes debido a la incomprensión de un pasaje modificaron el texto de manera significativa, dado que ninguno de sus comentaristas lo mantuvo ad litteram: cfr. Serv. Comm. IV, 429, 15 ss.: sunt etiam diminutiua, quae sensum minuunt et non semper, sed frequenter syllabis crescunt; Pomp. gramm. V, 143, 32). Estos cambios suponen una distinta compresión de ?grados? del diminutivo. El objetivo de nuestro trabajo es analizar y destacar, por un lado, la expresa alusión a que la disminución del significante no tiene necesario eco en el significado (así Macr. exc. gramm. V 651, 14-18 De frequentatiua. huius formae uerba non numquam uno gradu, non numquam duobus deriuantur, ut scribo scripto scriptito, cano canto cantito, salio salto saltito. nec tamen est in posterioribus maior quam in prioribus frequentationis expressio, sicut nec in diminutiuis secundus gradus minus priore significat, anus anula anicula), algo que puede hacer pensar que Donato compartía esta misma idea, y de ahí que hiciera mención de la forma, y, por otro, la confusión que se crea en algunos comentaristas de Donato al pretender trasladar esa gradación desde la forma hasta el contenido. Es necesario entonces retomar la historia de los grados del diminutivo, analizando el recorrido histórico de este concepto desde Varrón hasta Prisciano.