CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Relaciones exteriores y vinculaciones comerciales de América del Sur con China e India (2009-actualidad)
Autor/es:
PAOLA ANDREA BARONI; MARÍA FLORENCIA RUBIOLO
Lugar:
Cordoba
Reunión:
Conferencia; V Foro de Diálogo de Alto Nivel China-América Latina; 2016
Institución organizadora:
CIECS
Resumen:
El siglo XXI es considerado el siglo de Asia, donde se ha producido un desplazamiento del centro de gravedad económico del Atlántico hacia el Pacífico. Ante estas nuevas circunstancias la región latinoamericana buscó profundizar su relación con el Asia Pacífico, en particular con China, y en menor medida con India y otras economías asiáticas. El alto crecimiento económico sostenido de estos gigantes asiáticos los ha colocado como un polo importante a nivel mundial, ofreciendo esto oportunidades a los países de la región latinoamericana de ingresar a mercados de gran potencial para sus productos. América Latina se beneficia de la creciente demanda asiática, basada en la seguridad energética y alimentaria que pregonan tanto China como India. La región latinoamericana posee el 48% de la producción de soja y el 47% de la de carbón, además de contar con importantes reservas petrolíferas y de diferentes minerales como el cobre, hierro, zinc, entre otros, necesarios para el desarrollo de los gigantes asiáticos. Además de estos recursos, cuenta con casi la tercera parte de las tierras cultivables y de las reservas de agua del mundo. Sin embargo, hasta ahora, el ingreso de productos de la región ha sido mayoritariamente provenientes del sector primario. Esto pone de manifiesto que las relaciones comerciales son asimétricas, desequilibradas y poco diversificadas.En el caso de América del Sur, la relación con los países asiáticos es complementaria: se exportan productos primarios y se importan manufacturas, es un tipo de relación complementaria. Teniendo en cuenta esta característica, la región debería buscar mayor complementariedad productiva, diversificar mercados y colocar productos con mayor valor agregado, y esto podrá lograrse estableciendo alianzas comerciales y tecnológicas. Los notables y rápidos cambios acaecidos en el ámbito comercial en relación con la República Popular China (RPC) han concentrado la atención de estadistas y académicos, a nivel mundial y a nivel sudamericano. En su relación con China, los países de América del Sur buscan fortalecer sus economías internas como así también encontrar alternativas de inserción internacional respecto de Estados Unidos y la Unión Europea. La crisis económica y financiera de 2008 favoreció un mayor acercamiento a China, profundizando el salto cualitativo y cuantitativo de la relación, generando una creciente concentración del comercio en este gran socio oriental, y generando lo que muchos denominan una reprimarización de las exportaciones. Por lo tanto, la región sudamericana deber cambiar mirada respecto a la relación con el gigante asiático y ser más estratégica en cuanto a su inserción internacional, ya que no debe pasar a depender de un nuevo centro o polo. Esto hará necesario que se pueda trabajar para adelantarse a los cambios, identificar y vincularse con nuevos socios que generen mejores oportunidades en aquellos sectores en donde la región posee ventajas competitivas. Las vinculaciones con India también se inscribieron en la lógica del fortalecimiento de las vinculaciones con países en desarrollo, así como en la de diversificación de los socios comerciales. Esto puede comprenderse como parte de una estrategia que busca reforzar el grado de influencia en el ámbito internacional a través del establecimiento de vínculos más cercanos y posturas consensuadas en organismos multilaterales. Se evidencia un interés creciente de la región sudamericana por acercarse a la India como consecuencia de su progresiva participación en el comercio exterior de los países, y por las potencialidades que su gran mercado presenta a la inserción comercial de los mismos, en vistas de una diversificación de productos y destinos, y de una disminución de la dependencia de socios tradicionales y de China. En este caso, el desafío es generar una vinculación que no replique lo que sucede a nivel comercial con China, y que se incorporen otros temas a la agenda que vayan más allá del comercio de bienes.