De putas a trabajadoras sexuales: AMMAR en Marcha

BONVILLANI ANDREA

Bogotá

Encuentro; Segundo Encuentro sobre Género, Feminismos y Pensamiento Crítico, Seminario ?Convergencias y emergencias feministas: pensamiento crítico y transformaciones sociales; 2015

Universidad Francisco José de Caldas, el Instituto Pensar de la Universidad Javeriana y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso)

En Argentina la prostitución no está prohibida pero tampoco legalizada. No obstante, a lo largo de la historia encontramos una serie de normas que habilitan la persecución y detención de aquellas que la desarrollan, algunas de las cuales serán objeto de análisis en este trabajo. La Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (en adelante, AMMAR), se creó a principios del año 1995, en la ciudad de Buenos Aires. Desde el año 2000, cuenta con una filial en Córdoba. AMMAR forma parte de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), organización sindical nacional con personería jurídica. Representa a más de ochocientas trabajadoras sexuales de la mencionada ciudad de Córdoba.Respecto de los objetivos de la organización, las afiliadas de AMMAR señalan en un ?nosotras? que las une: ?Ser reconocidas como mujeres Trabajadoras Sexuales, contando con leyes y políticas públicas que nos protejan como cualquier otra ciudadana? (Fuente: Carpeta institucional de AMMAR. Disponible en www.ammar-cordoba.org).Como organización, AMMAR despliega acciones en distintas áreas. En salud, además del reparto de preservativos, realiza campañas de prevención de VIH-SIDA, así como análisis de ETS y entrenamiento de trabajadoras sexuales como promotoras de salud. El sindicato cuenta con una escuela de nivel primario en la Provincia de Córdoba, y ofrece talleres de capacitación en computación, peluquería, corte y confección, y sobre temáticas vinculadas al Derecho. AMMAR es un sindicato que se sostiene por el aporte en forma de cuota de sus afiliadas, que solo pueden serlo si son mayores de edad. Pero también se constituye en un espacio de socialización política para sus miembros, en tanto las decisiones se toman en forma asamblearia, a través del ejercicio de la voz y el voto de las delegadas.Como se expresó en párrafos anteriores, la prostitución en Argentina no se considera delito, pero al no encontrarse regulada en el diseño jurídico actual, encontramos algunas normativas que terminan haciéndola objeto de sanciones en la práctica, cuando por ejemplo esta actividad se hace explícita en la vía pública. En el ámbito de la Provincia de Córdoba, esta situación se encuentra tipificada como figura en una normativa que regula las acciones contravencionales de manera preventiva, antes de la producción del delito, y recibe el nombre de ?Código de Faltas? (en adelante, CDF), particularmente en uno de sus artículos, a saber: Artículo 45.- SERÁN sancionados con arresto de hasta veinte (20) días, quienes ejerciendo la prostitución se ofrecieren o incitaren públicamente molestando a las personas o provocando escándalo. Queda comprendido en este caso el ofrecimiento llevado a cabo desde el interior de un inmueble pero a la vista del público o de los vecinos. En todos los casos será obligatorio el examen venéreo y de detección de todas las enfermedades de transmisión sexual y, en su caso, el tratamiento curativo (Código de Faltas, 2007).En la práctica, la aplicación del CDF es la principal causa de detenciones arbitrarias y maltratos hacia las trabajadoras sexuales por parte de la Policía de la Provincia de Córdoba. Este hecho fundamenta la presencia de AMMAR como una de las organizaciones que han protagonizado históricamente la Marcha de la Gorra (en adelante, la Marcha), una movilización multitudinaria que se realiza todos los 20 de noviembre por las calles céntricas de la ciudad desde el año 2007, y cuya demanda prioritaria es la derogación del mencionado Código. El propósito central de este capítulo, es mostrar de qué modo el trabajo político de impugnación de los lugares hegemónicamente asignados a las ?prostitutas?, es central en la estrategia político-sindical de AMMAR, y, al mismo tiempo, es la bisagra que la articula con la Marcha. De manera sucedánea, se intentarán analizar las relaciones polémicas que articulan la construcción política que supone el pasaje del nombre ?puta?, al de ?trabajadora sexual?, con distintos posicionamientos que se despliegan al interior de lo(s) Feminismo(s).