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Las experiencias políticas desarrolladas por varones y mujeres migrantes remiten a una problemática que ha recibido creciente atención de los científicos sociales en los últimos años. En una línea similar a la que plantea Mezzadra (2005:51) ?quien recuerda que el análisis de los procesos migratorios ?no puede limitarse a poner en evidencia los aspectos «negativos», aunque muy evidentes y dramáticos?? estos trabajos se preocupan por indagar en el accionar de los migrantes en tanto ?sujetos que expresan resistencia y prácticas conflictivas innovadoras? (Mezzadra 2005:147). Desde estos estudios se resalta entonces la importancia de estudiar el agenciamiento político de los migrantes, en tanto personas que ?pueden y suelen ser (?) sujetos políticos activos? (Escrivá Chordá, 2009:332). En una línea similar a la que plantean estos autores, en el presente trabajo propongo analizar algunas prácticas que he podido observar en mi trabajo de campo con mujeres peruanas en la ciudad de Córdoba. El objetivo central de este análisis es indagar en el carácter político que adquieren dichas prácticas en el contexto de destino, dando lugar a lo que podría conceptualizarse como experiencias de politización. Me pregunto entonces: ¿Desde qué espacios, prácticas, relaciones, momentos, estas migrantes hacen política? ¿Cómo está constituida la trama de actores y organizaciones en las que se mueven sus experiencias? ¿A propósito de qué demandas se movilizan? ¿Qué especificidades le imprime el género y la migración a sus prácticas?En términos teóricos, este trabajo se sustenta en los estudios de la política desde un punto de vista antropológico y en la perspectiva interseccional. Respecto de la metodología, utilizaré material etnográfico construido en el marco del trabajo de campo desarrollado con mujeres peruanas viviendo en la ciudad de Córdoba entre agosto de 2014 y mayo de 2015.