CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
LA EMERGENCIA DE LA VIOLENCIA OBSTÉTRICA COMO MODELO DE MUNDO CONTRA-HEGEMÓNICO
Autor/es:
NÚRIA CALAFELL SALA
Lugar:
CÓRDOBA
Reunión:
Congreso; III CONGRESO GÉNERO Y DOCIEDAD: VOCES, CUERPOS Y DERECHOS EN DISPUTA; 2014
Institución organizadora:
ÁREA DE FEMINISMOS, GÉNERO Y SEXUALIDADES-CIFFYH
Resumen:
En el año 2004, en Argentina, se sanciona y se promulga, con muy pocos meses de diferencia, la Ley de Parto Humanizado (Ley 25.929). Diez años después, ésta sigue sin reglamentarse, lo que ha posibilitado la aparición de una serie de prácticas y discursos contradictorios y en constante tensión. Uno de ellos es el que concierne a lo que se ha dado en llamar ?violencia obstétrica?, una expresión muy nueva y reciente que pretende dar cuenta de las prácticas y los discursos médicos que ejercen algún tipo de violencia ?física, psíquica o verbal- sobre las mujeres y las niñas en el ámbito de la salud reproductiva, en especial durante los períodos del embarazo, el parto y el postparto. De hecho, no deja de llamar la atención que el primer ejemplo de reconocimiento institucional de la misma se dé en el año 2006 en Venezuela, dentro de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, un proyecto legislativo dirigido a erradicar precisamente la violencia contra las mujeres en cualquier situación. Tras este ejemplo, algunos países latinoamericanos como México (2008) y Argentina (2009), le darán su lugar correspondiente en el marco jurídico-legal, entrando así en franca contradicción con la sanción-promulgación de la Ley de Parto Humanizado y su todavía inexistente reglamentación. Ello explicará, por ejemplo, que el detallismo en la descripción venezolana (?Se considerarán actos constitutivos de violencia obstétrica los ejecutados por el personal de salud, consistentes en: 1. No atender oportuna y eficazmente las emergencias obstétricas. 2. Obligar a la mujer a parir en posición supina y con las piernas levantadas, existiendo los medios necesarios para la realización del parto vertical. 3. Obstaculizar el apego precoz del niño o niña con su madre, sin causa médica justificada, negándole la posibilidad de cargarlo o cargarla y amamantarlo o amamantarla inmediatamente al nacer. 4. Alterar el proceso natural del parto de bajo riesgo, mediante el uso de técnicas de aceleración, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer. 5. Practicar el parto por vía de cesárea, existiendo condiciones para el parto natural, sin obtener el consentimiento voluntario, expreso e informado de la mujer?, art. 51) se convierta en una breve mención en el caso argentino (?Violencia obstétrica: aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929?, artículo e). Todo ello ha supuesto, en primer lugar, el cuestionamiento básico de ciertas prácticas y discursos del saber / poder médico. En segundo lugar, la consolidación de nuevos sujetos sociales ?doulas, parteras, puérperas- que, amparados en el discurso que rodea la tipificación de esta violencia en delito, van cobrando fuerza día a día a través de acciones personales ?como la creación de círculos de embarazadas, de puérperas, de voluntarias- y de acciones políticas ?como las distintas actividades pensadas y realizadas en conjunto por el grupo Mujeres por un Parto Respetado Córdoba y la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNC con motivo de la Semana Mundial por un Parto Respetado ?Parir es Poder? (10-18 de mayo) en la ciudad de Córdoba. En tercer lugar, la articulación y potenciación de un discurso contra-hegemónico ?un modelo de mundo- que, punto por punto, se opone desde una base real y empírica al discurso hegemónico ?otro modelo de mundo- que no solo se genera en el ámbito médico, sino también en el social, cultural, económico y jurídico. En cuarto y último lugar, la revisión y resignificación de conceptos tales como ?mujer / hombre?, ?feminidad / masculinidad?, ?maternidad / paternidad?, ?médico / paciente? y, muy especialmente, ?cuerpo enfermo / cuerpo sano?. Atenta a todos y cada uno de estos procesos, desde la metodología de trabajo de la crítica como sabotaje (Manuel Asensi, 2011, 2013, 2014), en esta ponencia intentaré hacer una breve cartografía de la construcción retórica de los dos modelos de mundo arriba planteados ?hegemónico y contra-hegemónico-, para ir descubriendo que los silogismos que los posibilitan y que, a su vez, estos mismos modelos de mundo generan, tienen la intención clara de naturalizar nuevos códigos de percepción subjetiva y de la realidad. Ello sin descuidar un trabajo previo de contextualización sociohistórica de los procesos, discursos y prácticas que conllevan la tipificación de la violencia obstétrica como violencia de género. Este último punto constituirá el tercer foco de atención del presente trabajo, puesto que una de las naturalizaciones que se observan dentro del discurso contra-hegemónico es la equiparación, en muchos casos, de la violencia obstétrica a la violencia de género, partiendo del presupuesto de que tanto una como otra se ejercen sobre mujeres en situación de vulnerabilidad y / o subalternidad. En este sentido, y retomando algunas de las discusiones más actuales en torno a la cuestión del género como etiqueta representativa (o no) del colectivo Mujeres, veremos los pros y los contras que ciertos usos retóricos del lenguaje conllevan en el caso concreto que aquí se presenta. Asimismo, y dada la gran variedad de matices que configuran a los actores que se apropian de este discurso contra-hegemónico ?con diferencias de clase, de educación, de vivencia e incluso de geografía y de identidades-, podremos dar cuenta de cómo esta equiparación o prolongación ?la violencia obstétrica es solo un caso de violencia de género, solo que ejercida en el ámbito concreto de una práctica médica específica- es asumida o rechazada por ellos.