CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Desarrollo del lenguaje
Autor/es:
RABINOVICH, D.; MARASCA, R; CODOSEA, L; PAOLANTONIO, M. P.
Libro:
Psicología del desarrollo de la niñez
Editorial:
Brujas
Referencias:
Año: 2018; p. 209 - 242
Resumen:
Cuando hablamos de lenguaje nos referimos a la capacidad del ser humano para expresar su pensamiento y comunicarse. La comunicación se da en muchas especies animales, a través de distintas formas o sistemas pero, sin duda alguna, comparado con el lenguaje humano constituyen sistemas extremadamente limitados. En el hombre encontramos la capacidad de comunicarse a través de distintos sistemas como el gestual, escrito y oral, lo que lo define como el sistema el sistema más complejo de comunicación entre las diferentes especies. Ya se ha mencionado que la comunicación existe desde que nacemos. Los bebés producen desde el nacimiento sonidos, de forma activa para conseguir la atención de sus cuidadores comunicándose a partir de llantos, sonrisas, gorgojeos, balbuceos, gestos, etc. ¿Pero cómo estas formas cambian y evolucionan desde lo prelinguístico a la palabra hablada? Aquí es cuando los distintos investigadores centran su atención en el proceso de adquisición y desarrollo del lenguaje, y los cambios y transformaciones que suscitan en el niño la posibilidad de insertarse en la cultura como ser hablante. Al referirse a la adquisición del lenguaje Karmiloff y Karmiloff ? Smith (2005) sostienen lo siguiente: La adquisición del lenguaje es un largo viaje que empieza en el fluido mundo del útero y continúa a través de la infancia, la adolescencia e, incluso, después. Durante este largo período de adquisición, el aprendiz se enfrenta a un extenso conjunto de desafíos. Desde los torpes intentos del bebé para hacer que el sistema articulatorio de su boca, garganta y laringe produzcan los sonidos específicos de su lengua materna, hasta las complejidades muy posteriores de la producción y comprensión de las largas narraciones, las capacidades lingüísticas del niño o niña sufren numerosos cambios (p. 136). El ser humano es fundamentalmente un ser social y la adquisición del lenguaje no puede entenderse aislada del contexto social en el cual el niño se desarrolla. Al respecto Bruner (1984) sostiene: ?La adquisición del lenguaje en el niño comienza antes de que empiece a comunicarse con palabras. Se inicia en esas relaciones sociales que establece con los principales adultos que lo rodean, lo que les va permitiendo crear una realidad compartida. La estructura de estas primeras relaciones constituye el input a partir del cual el niño conoce la gramática, la forma de referir, de significar y la forma de realizar sus intenciones comunicativas? (p. 174).Sin duda alguna, la familia cumple una importante función en el desarrollo del lenguaje del niño pudiendo estimular y acelerar ritmos de adquisición del mismo así como obstaculizarlos. Las maneras como las personas próximas al niño establecen sus contactos sociales será una importante fuente de estimulación para el desarrollo del lenguaje tanto en su etapa preverbal como cuando se adquiere el lenguaje hablado. Las características progresivas del desarrollo del lenguaje verbal en los diferentes niveles de edad están estrechamente asociadas con: ?El proceso de maduración del sistema nervioso. ?El desarrollo cognoscitivo que comprende desde la discriminación perceptual del lenguaje hablado hasta la función de los procesos de simbolización y el pensamiento.?El desarrollo socioemocional, que es el resultado de la influencia del medio sociocultural, de las interacciones del niño y las influencias recíprocas.Desde una perspectiva interaccionista y constructivista, el ambiente sociocultural es fundamental para la adquisición del lenguaje. Adquirir una lengua forma parte de comportamientos socio interactivos, donde el medio familiar es el ambiente de estimulación por excelencia, capaz de transformar los ritmos biológicos innatos del recién nacido en comportamientos cognitivos, afectivos y sociales. El niño no nace ?capaz de hablar?, sino que la interacción adulta poco a poco va consiguiendo ?hacerle capaz de hablar? a partir de las organizaciones biológicas innatas generales que permiten la supervivencia; entre estas organizaciones se encuentran la emocionalidad innata necesaria para la comunicación (p. ej., la expresión de la sonrisa y del llanto), la percepción de estímulos del medio y la preferencia por los estímulos sociales (voces humanas, aspecto indefenso que propicia el contacto corporal), etc. Los adultos se muestran especialmente dispuestos a ?atender? estas señales y a conferirles especificidad. Pero un niño no hablará si no es hablado. Para la adquisición del lenguaje es necesario por parte del niño cierto nivel socio cognitivo, como por ejemplo posibilidades de tener intencionalidad, y por parte del adulto, la posibilidad de ser sensible y accesible a las necesidades socio psicológicas del niño acompañando su proceso de manera permanente (Clemente y Villanueva, 1999).Distintas teorías han intentado explicar la adquisición del lenguaje en el niño, algunas ponen el acento en los aspectos innatos para la adquisición del lenguaje hablado y otras rescatan el rol del aprendizaje en el contexto sociocultural y la estimulación del medio.