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La enseñanza del latín, desde sus inicios, se vio acompañada de textos de apoyo para tal instrucción. Desde las Schulgrammatik y las gramáticas de regulae a los actuales manuales de enseñanza del latín, no sólo ha transcurrido mucho tiempo sino, sobre todo, han ocurrido al menos dos cambios radicales en la esencia del objeto de estudio: en primer lugar, pasar de ser una lengua nativa (L1) a ser una lengua segunda (L2); y, en segundo lugar, pasar de ser una lengua en uso ?de la cual valía la pena aprender las cuatro habilidades de empleo de una L2? a ser una lengua de corpus. Tales cambios en el objeto de estudio acarrean, concomitantemente, cambios tanto en los objetivos como en los receptores de la enseñanza. Ello implicaría que los materiales de apoyo de tal instrucción también sufrieran modificaciones radicales. El objetivo de nuestra comunicación es abordar las características generales de los diversos textos de apoyo para la enseñanza del latín, como L1 y como L2, en el Imperio Romano antiguo y tardoantiguo, para confrontarlas con las de los materiales utilizados actualmente para la enseñanza del latín, particularmente en las instituciones educativas de nivel medio de la ciudad de Córdoba. Consideramos que, teniendo en cuenta las profundas variaciones en objeto, objetivo y receptores de la instrucción en cada caso, las características de los libros de texto utilizados hoy en día para la enseñanza y el aprendizaje del latín no difieren en gran medida de las que podemos identificar en las gramáticas antiguas. Los avances en la investigación cognitiva de los procesos de aprendizaje y en la didáctica de segundas lenguas parecen no tener repercusión en la orientación de las actividades de tales textos, que, en general, continúan abordando la enseñanza del latín a partir de una concepción de aprendizaje de tipo memorístico, paradigmático y repetitivo.