CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Movimientos sociales por cuestiones de salud y ambiente
Autor/es:
ÁLVAREZ, MARÍA FRANCI; MIRANDA, FAUSTINA DEHATRI; DELGADO, MARÍA FLORENCIA; GONZÁLEZ ASÍS, IGNACIO
Libro:
Salud y territorios en disputa: Córdoba
Editorial:
CEPYD, 2013. E-Book.
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2013; p. 123 - 150
Resumen:
Participar en salud implica concebir la salud-enfermedad como un destino que puede ser cambiado, que puede y tiene que ser abordado a partir de la propia comunidad. La forma de concebir la participación se vincula con la forma de concebir a las personas y la salud aparece como un indicador de vida, de autonomía, de conocimiento y democracia de esa comunidad. La participación en salud se ha instalado como un nuevo paradigma para el cambio social (Peralta, 2008). “La participación social como concepto y como práctica fue utilizada por tendencias teórico-metodológicas que consideraron que el capitalismo favorece el desarrollo de una sociedad individualista, competitiva, consumista, pasivo-receptiva, apática, donde los objetivos privados se imponen a las necesidades públicas” (Menéndez, 2008: 58). Algunas de las concepciones de participación social en salud pueden ser consideradas como orientaciones ideológico-culturales que cuestionan la realidad y se desarrollan dentro de un proceso de pérdida y reencuentro. Para otros pensadores, la participación social se define según los objetivos que se quieren lograr, el rol que los actores tienen en la toma de decisiones y/o el sentido que ellos dan al problema y a sus acciones. La participación como movilización, distingue dos modos de participación: Una, la que involucra al “pueblo”, se lo representa como colectividades indiferenciadas que deberán movilizarse en masa. Otra, que habla de comunidad, contemplada como un conjunto de individuos unidos por características comunes (cultura, religión, barrio, etc), a los que se pretende aportar las soluciones que se consideran las más apropiadas (Fassin, 2008). Por otra parte, se oponen al principio de la participación: la ideología dominante que tiende a reducir la salud simplemente a la medicina; y la manera como los médicos han logrado el monopolio de la actividad terapéutica legítima, cualquier participación es considerada una amenaza a una pérdida de poder (Fassin, 2008). Estas contradicciones de la participación en el campo de la salud deben conducirnos a desplazar el análisis hacia formas de participación social que no respondan ni a las concepciones teóricas de lo que debe ser la participación, ni a las representaciones sociales de lo que es la salud. En Argentina, en las últimas décadas, se advierte el avance de la agriculturización, que promueve el uso intensivo de las tierras, fomentando el monocultivo, (especialmente de soja transgénica), destinado a la exportación. La otra cara del avance del modelo extractivo, parece ser aquella que se manifiesta en los diferentes conflictos territorio ambientales, estas movilizaciones sociales expresan las luchas y resistencias de la población, frente a ese modelo. En este sentido, cabe preguntarse por las demandas en torno a la salud, en tanto derecho básico, que se desprenden de los reclamos en torno a conflictos socioambientales.