CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Los procesos de soldadura, conocidos como uniones isotérmicas mediante una fase líquida transitoria (Transient Liquid Phase Bonding, TLPB) generan uniones de alta calidad en la zona soldada [1-2]. Este tipo de soldaduras encontró su primera utilización en la industria aeronáutica, e involucra tres principales etapas: licuefacción del material de aporte y disolución en el metal base, solidificación isotérmica de la fase líquida y homogenización del soluto. Básicamente las soldaduras se llevan a cabo colocando, entre las piezas a soldar, metal de aporte en forma de láminas, de composición adecuada y punto de fusión inferior al del metal base. Todo el conjunto, con o sin la aplicación de presión, es calentado a una temperatura T intermedia entre las de fusión del material de aporte (TL) y del material base (TT) (TL<T<TT). Mientras el conjunto es mantenido a la temperatura de trabajo, una rápida difusión de los elementos aleantes ocurre entre el metal de aporte, ya líquido, y el metal base. Este cambio de composición en la región de la interfaz causa la unión en una solidificación isotérmica [2]. Bajo ciertas condiciones de temperatura y presión, los componentes minoritarios del metal de aporte difunden completamente hacia el metal base, dejando prácticamente el equivalente a una unión de estado sólido. De esta manera, se pueden producir en forma económica uniones por difusión sin necesidad de aplicar presiones significativas [1-2] y con una microestructura similar a la del material que se suelda, excepto por algunas variaciones composicionales y estructurales. Nuestro grupo está trabajando en esta línea desde 1999, ocupándose de soldaduras de tubos y barras de acero de distintas composiciones, diferentes tamaños y condiciones (temperatura, presión, acabado de las piezas a unir, etc.), y empleando dos tipos distintos de material de aporte: cintas amorfas de los sistemas Fe-B y Fe-B-Si.