ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Ese Ardiente Jardín de la República. Formación y Desarticulación de un Campo Cultural: Tucumán, 1880-1975
Autor/es:
ORQUERA, YOLANDA FABIOLA (IDEA Y COORDINACIÓN)
Editorial:
Alción
Referencias:
Lugar: Córdoba; Año: 2010 p. 452
ISSN:
978-987-646-144-3
Resumen:
Este libro compila una serie de trabajos de académicos de Tucumán, Córdoba, Buenos Aires, Estados Unidos y Francia, con el fin de volver la mirada hacia algunos puntos destacados de ese campo y de pensar en Tucumán como en un espacio desde donde se formularon ideas y tendencias que incidieron en el perfil político y cultural de la nación. En el mismo sentido, se analizan proyectos estéticos e intelectuales surgidos de las relaciones establecidas entre esta provincia con su región, con Buenos Aires y con Latinoamérica. Desde este punto de vista, se busca aportar conocimientos ordenados, fundados y consistentes sobre las creaciones de una sociedad que todavía lucha por reconstituirse y rearmar su sistema de representaciones, para poder remontar el efecto destructor del más oscuro período de su historia. En esa complejidad, la sociedad tucumana se presenta como epítome de las contradicciones nacionales, ya que concentra, a nivel imaginario, atributos contradictorios entre sí, como la idea de “jardín” y la de un territorio en llamas, la de “cuna de la independencia” y la de reducto de la reacción, la de resistencia social a la injusticia y la de obsecuencia ante el poder dictatorial. Si bien tales tendencias no se dan en forma sucesiva sino simultánea, en el período considerado puede advertirse un crescendo tanto de las confrontaciones sociales y políticas, como de la oposición entre las corrientes democráticas y dictatoriales, que desemboca en la aguda crisis que se inicia con el cierre de ingenios de 1966 y termina con la intervención militar de 1975. Sobre un contexto histórico pautado por los vaivenes de la industria azucarera (Campi y Bravo), se forma la “Sociedad Sarmiento”, en 1880, institución que anticipa la creación de la Universidad Nacional de Tucumán (Vignoli); ya en el siglo XX surgen emprendimientos tales como la creación de revistas culturales como Cántico y de grupos poéticos sobresalientes, como “La carpa”, liderado por Raúl Galán e integrado, entre otros, por Manuel J. Castilla (Martínez Zuccardi). Una circunstancia fundamental del momento de apogeo de ese campo es la polémica desatada entre renovadores y reformistas, en el seno de la Universidad Nacional de Tucumán (Vanella), así como la formación de la “Página literaria” de La Gaceta (Risco) y la de la disciplina de la folklorología, íntimamente relacionada a la oligarquía azucarera (Cheín). Allí se hace notable el esfuerzo de las élites por distanciarse de la cultura de masas (Chamosa), una constante que sólo se debilitará en la década del sesenta. En 1958, la creación del Consejo Provincial de Difusión Cultural permitirá la intensificación de las producciones culturales que caracterizarán los años subsiguientes, sin que esto impida la concreción de proyectos independientes. En esa etapa, el curso que tomará la historia latinoamericana no dejará fuera a Tucumán, sino que esta provincia sufrirá, además, el cierre masivo de ingenios decretado por Onganía. La crisis socio-económica y la resistencia civil, transmutada en sus expresiones más radicales en lucha armada, será el telón de fondo para las expresiones folklóricas, sobre todo a través de la voz y la práctica política de Mercedes Sosa (Carrillo-Rodríguez), la plástica (Wyngaard), la poesía (Kaliman), el cine de Gerardo Vallejo (Mestman), la actividad del grupo independiente “Nuestro Teatro”, especialmente de Oscar Ramón Quiroga (Tossi) y un cúmulo de expresiones que intentaron reelaborar el vínculo simbólico con el territorio provincial, fuertemente anclado al imaginario azucarero (Orquera). La efervescencia creativa se verá, sin embargo, interrumpida por la política represiva y asfixiante instaurada a partir de 1975 (Crenzel). Para mostrar el dinamismo y la diversidad de las manifestaciones culturales se han incluido, además, contribuciones especiales de dos destacadas personalidades. Se trata de publicaciones realizadas a fines del período considerado: la primera traza un panorama de la literatura de Tucumán entre la década del cuarenta y la del sesenta (Lagmanovich), mientras que en la segunda, describe el singular programa de promoción de la cultura en el interior de la provincia, desarrollado desde el Consejo Provincial de Difusión Cultural entre 1969 y 1971 (Risco Fernández). En este sentido, lo que se ofrece aquí, además del respeto por las fuentes y el esfuerzo por comprender lo que ellas quieren decirnos, es un conjunto de textos que no escapan a la emotividad y al deseo de comprender -y por qué no, recomponer- el lazo con una historia que merece ser conocida y retomada. Por eso me pareció que, para terminar el libro, debía darle la palabra a un protagonista de esa historia: Juan Falú. En una breve entrevista, él describe la bohemia de los sesenta y el duelo que marcó su retorno a Tucumán después de su exilio. Y en ese punto, cuando la risa provocada por algunas anécdotas parecía ahogarse, sus palabras plantean la idea de reconstituir el entusiasmo a través del arte. Justamente, en esa apelación al arte -y al conocimiento de lo social que su estudio supone - nace este libro.