ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Geografía de la pobreza en el Norte Grande Argentino
Autor/es:
BOLSI, ALFREDO; PAOLASSO, PABLO
Editorial:
Conicet - Universidad Nacional de Tucumán
Referencias:
Lugar: San Miguel de Tucumán; Año: 2007 p. 202
Resumen:
A pesar de los avances acaso notables que se lograron (especialmente desde la economía y la sociología) sobre el problema de la pobreza, se trata de un hecho social que muy a menudo parece ser inasible; la carga ideológica inherente al concepto y la alta complejidad del hecho definen un universo con perfiles y caracteres reiteradamente difusos y contradictorios. Esta condición suele inhibir su tratamiento global y en profundidad pues el riesgo de cometer errores es alto. Ese universo, sin embargo, admite entradas y recorridos sectoriales, restringidos.La presente obra, en tal caso, está involucrada con la idea de que poco se puede comprender sobre la pobreza sin tratar su distribución espacial. Una respuesta a la simple pregunta sobre “adonde y cuánto”18 invoca la diversidad de sus caracteres y la multiplicidad de los contextos que la  determinan. Las sociedades pobres de los departamentos de Laishi, Tapenagá y Simoca, por ejemplo, sugieren la heterogeneidad del hecho y a la vez el amplio conjunto de perspectivas que admite su análisis. Al estar involucrados con el problema de la distribución (una noción geográfica) el contexto del “espacio” donde se verifican esas distribuciones es en este caso el territorio, entendido como resultado de la interacción entre las sociedades y la naturaleza a lo largo del tiempo. Se trata, pues, de otra noción geográfica pero que al mismo tiempo es jurídico-política pues además de ser el ámbito de aquellas interacciones designa lo que es controlado por diferentes poderes (estado, individuos, organizaciones, empresas). En tal caso no nos interesa definir regionalmente el Norte Grande Argentino más allá de lo estipulado por los gobernadores de las nueve provincias. Nos interesa principalmente indagar los caracteres cambiantes del territorio que se asocian con las diferentes formas de distribución de la pobreza. Las representaciones del Norte Grande buscan señalar algunos de los temas que se asocian, definen y caracterizan a la pobreza del Norte. El contraste con el resto de la Argentina, especialmente la amplia y persistente difusión espacial de los valores más altos de pobreza, podría definir un problema casi único en el país. Ello significa una cuidadosa selección de los instrumentos de análisis y del contexto teórico que involucra su investigación. En efecto, no se trata solamente del problema pobreza/riqueza. Los contrastes involucran la edad de la oblación, la alta cuota de carga, la natalidad, la mortalidad general e infantil, cuyas diferencias con el resto de la Argentina nos aproximan a la conjetura de estar ante un “país” que más se acerca al universo latinoamericano que al pampeano. Este “país” pobre tiene una tasa de natalidad alta y por ende una estructura etaria joven, que se asocia con un índice de dependencia alto, todo ello en el contexto de una población desprotegida según lo testimonian los índices de mortalidad infantil y las circunstancias que – según se vio– la acompañan. Además, quedó claro que ese  país” tiene una participación débil en la creación de riqueza: durante la década de 1990 no superó el 9,7 por ciento del PBI, cifra sólo algo superior a la de la provincia de Santa Fe. A su vez, en un contexto general de fuertes carencias (no existen departamentos donde las privaciones sean menores de 20 por ciento) la distribución del IPMH en el Norte Grande se expresa como un espacio con fuertes contrastes internos, de alto grado de fraccionamiento. La utilización de la fracción  censal para la expresión cartográfica no hace más que precisar y destacar ese carácter. Aún en los departamentos de mejores condiciones (esto es, con un IPMH del orden de 20/40 por ciento), el cambio de escala a nivel de fracción censal descubre la gran intensidad de los contrastes en sus interiores: la generalización “departamento” lejos de expresar una cierta homogeneidad en los valores de las fracciones, manifiesta un encubrimiento” de las fuertes brechas que separan los índices de esas unidades. Por otra parte, en la medida que hay una variación del IPMH, se produce también una variación en los caracteres que definen este “país”: en tal caso, se puede sintetizar señalando que las áreas de mayores privaciones (los núcleos duros de la pobreza) corresponden en líneas generales con las de mayor natalidad, mayor desprotección (mortalidad infantil), la estructura etaria más joven y la más alta tasa de dependencia. 18 invoca la diversidad de sus caracteres y la multiplicidad de los contextos que la  determinan. Las sociedades pobres de los departamentos de Laishi, Tapenagá y Simoca, por ejemplo, sugieren la heterogeneidad del hecho y a la vez el amplio conjunto de perspectivas que admite su análisis. Al estar involucrados con el problema de la distribución (una noción geográfica) el contexto del “espacio” donde se verifican esas distribuciones es en este caso el territorio, entendido como resultado de la interacción entre las sociedades y la naturaleza a lo largo del tiempo. Se trata, pues, de otra noción geográfica pero que al mismo tiempo es jurídico-política pues además de ser el ámbito de aquellas interacciones designa lo que es controlado por diferentes poderes (estado, individuos, organizaciones, empresas). En tal caso no nos interesa definir regionalmente el Norte Grande Argentino más allá de lo estipulado por los gobernadores de las nueve provincias. Nos interesa principalmente indagar los caracteres cambiantes del territorio que se asocian con las diferentes formas de distribución de la pobreza. Las representaciones del Norte Grande buscan señalar algunos de los temas que se asocian, definen y caracterizan a la pobreza del Norte. El contraste con el resto de la Argentina, especialmente la amplia y persistente difusión espacial de los valores más altos de pobreza, podría definir un problema casi único en el país. Ello significa una cuidadosa selección de los instrumentos de análisis y del contexto teórico que involucra su investigación. En efecto, no se trata solamente del problema pobreza/riqueza. Los contrastes involucran la edad de la oblación, la alta cuota de carga, la natalidad, la mortalidad general e infantil, cuyas diferencias con el resto de la Argentina nos aproximan a la conjetura de estar ante un “país” que más se acerca al universo latinoamericano que al pampeano. Este “país” pobre tiene una tasa de natalidad alta y por ende una estructura etaria joven, que se asocia con un índice de dependencia alto, todo ello en el contexto de una población desprotegida según lo testimonian los índices de mortalidad infantil y las circunstancias que – según se vio– la acompañan. Además, quedó claro que ese  país” tiene una participación débil en la creación de riqueza: durante la década de 1990 no superó el 9,7 por ciento del PBI, cifra sólo algo superior a la de la provincia de Santa Fe. A su vez, en un contexto general de fuertes carencias (no existen departamentos donde las privaciones sean menores de 20 por ciento) la distribución del IPMH en el Norte Grande se expresa como un espacio con fuertes contrastes internos, de alto grado de fraccionamiento. La utilización de la fracción  censal para la expresión cartográfica no hace más que precisar y destacar ese carácter. Aún en los departamentos de mejores condiciones (esto es, con un IPMH del orden de 20/40 por ciento), el cambio de escala a nivel de fracción censal descubre la gran intensidad de los contrastes en sus interiores: la generalización “departamento” lejos de expresar una cierta homogeneidad en los valores de las fracciones, manifiesta un encubrimiento” de las fuertes brechas que separan los índices de esas unidades. Por otra parte, en la medida que hay una variación del IPMH, se produce también una variación en los caracteres que definen este “país”: en tal caso, se puede sintetizar señalando que las áreas de mayores privaciones (los núcleos duros de la pobreza) corresponden en líneas generales con las de mayor natalidad, mayor desprotección (mortalidad infantil), la estructura etaria más joven y la más alta tasa de dependencia. IPMH en el Norte Grande se expresa como un espacio con fuertes contrastes internos, de alto grado de fraccionamiento. La utilización de la fracción  censal para la expresión cartográfica no hace más que precisar y destacar ese carácter. Aún en los departamentos de mejores condiciones (esto es, con un IPMH del orden de 20/40 por ciento), el cambio de escala a nivel de fracción censal descubre la gran intensidad de los contrastes en sus interiores: la generalización “departamento” lejos de expresar una cierta homogeneidad en los valores de las fracciones, manifiesta un encubrimiento” de las fuertes brechas que separan los índices de esas unidades. Por otra parte, en la medida que hay una variación del IPMH, se produce también una variación en los caracteres que definen este “país”: en tal caso, se puede sintetizar señalando que las áreas de mayores privaciones (los núcleos duros de la pobreza) corresponden en líneas generales con las de mayor natalidad, mayor desprotección (mortalidad infantil), la estructura etaria más joven y la más alta tasa de dependencia. Como no podría ser de otra manera esta imagen actual del Norte (un “país” pobre, de perfil latinoamericano, con fuertes fraccionamientos internos) está expresando la acción de diversos factores económicos. Al mismo tiempo, el análisis de la distribución de la pobreza en el contexto territorial del Norte nos enfrenta con otras dos dimensiones que no pueden soslayarse: la ultural, en tanto que se trata de un territorio de fuertes persistencias y marcados contrastes, y la histórica en tanto que el territorio, más que una cosa, es un proceso o al menos su resultado.