Miedos íntimos y miedos públicos: entre la "privación de la libertad individual" y el desabastecimiento. Los empresarios azucareros durante el primer peronismo

FLORENCIA GUTIÉRREZ

Ciudad de México

Seminario; Seminario Internacional: La política y las emociones; 2020

A mediados de los años cuarenta, la mayor presencia de las agencias estatales y el avance de la sindicalización obrera, convertidas en inéditas protagonistas del mundo laboral azucarero tucumano, redimensionaron la relación entre obreros y patrones. La actuación de la Delegación Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión (DRSTyP) --impulsora de la sindicalización y de una decidida intervención en pos del cumplimiento de los derechos-- derribó los portones de los ingenios y cuestionó la concepción privada de las relaciones laborales defendida por los industriales. Ahora bien, a lo largo de la primera década peronista, no sólo se puso en cuestión la concepción y rol del Estado en materia laboral, por el contrario, el peronismo coadyuvó a interpelar un conjunto de supuestos vinculados a las relaciones sociales y las formas de deferencia. Una de las dimensiones de este cuestionamiento fue la transferencia de poder operada en las fábricas en favor de los obreros y, por tanto, en detrimento de las facultades patronales.En el marco de estas preocupaciones, este texto se pregunta cómo durante los años analizados el miedo se politizó, de qué forma esa emoción --entendida como "la percepción de un daño" -- fue resignificada en el contexto de una transferencia de poder en favor de los obreros y un profundo cuestionamiento a las prerrogativas patronales, dinámica que alteró la cotidianeidad fabril y comunitaria azucarera.