ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Medios de producción para prácticas sin producción
Autor/es:
ENRIQUE MORENO Y MARCOS QUESADA
Lugar:
Córdoba Capital
Reunión:
Jornada; Jornadas de Arqueología de la alimentación. Cultura material, prácticas y significados.; 2010
Institución organizadora:
Museo de Antropología, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
Las
investigaciones en sociedades puneñas han planteado, generalmente, a
las diferentes estrategias de obtención de alimentos (pastoreo, caza,
recolección, agricultura, intercambio) en términos de su aporte a la
dieta. Mucho menos interés se ha puesto en indagar acerca del rol de
estas prácticas de procuración de alimentos en la conformación de los
colectivos sociales. Esto es especialmente enfatizado en el caso de la
cacería, posiblemente por la creencia de que esta estrategia supone
prácticas de rendimiento inmediato y relaciones sociales no duraderas.
Esta perspectiva puede ser fuertemente matizada si introducimos en el
análisis los paisajes de cacería como medios de producción toda vez que
incluyen mecanismos materiales generados por la inversión de trabajo y
que son necesarios para completar con éxito la apropiación de las
presas.
En
este trabajo mostraremos las características del paisaje de cacería
construido en la quebrada de Antofalla (Depto. Antofagasta de la
Sierra, Catamarca) que implica la preparación de diversas estructuras,
en articulación con las características topográficas de la quebrada. La
preparación del paisaje se encuentra conformada principalmente por
estructuras relacionadas al ocultamiento de los cazadores en relación a
las presas (trincheras). Estas estructuras se ubican recurrentemente
en sectores elevados aprovechando la totalidad de la quebrada. Esto
implicaría por lo tanto una práctica de apropiación del espacio
necesaria para lograr el éxito. Otros dispositivos construidos con el
objetivo de dar refugio, resguardo a ciertos objetos, o generar
marcaciones del espacio, etc. configuran un modo de relacionarse entre
las personas y entre estos y el paisaje. Pero
además de esta tecnología tendiente a la materialización de los
encuentros entre cazadores y presas, los paisajes de caza implican una
memoria a largo plazo, tal como lo indica el largo término histórico en
el que fueran aprovechados.
La
preparación de estos paisajes y su activación durante los eventos de
caza pudo suponer, como discutiremos en esta ponencia, la formación de
unidades sociales de mayor escala que los intervinientes en la
manufactura y uso de los sistemas de armas, convirtiéndose en una
práctica donde las relaciones sociales y los medios materiales
conforman una unidad indivisible para la materialización de los
encuentros. De
esta manera, la obtención de alimentos mediante la cacería constituye
una práctica social que implica una profunda inversión de trabajo y la
constante negociación social para su materialización.