ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Espacios domésticos y espacios productivos durante el 1º milenio d.C. en la Quebrada de Los Corrales (El Infiernillo, Tucumán).
Autor/es:
OLISZEWSKI, N.; ARREGUEZ, G.; CRUZ, H.; CARIA, M.; DI LULLO E.; GÓMEZ AUGIER, J; GONZÁLEZ, R.; GONZÁLEZ DÍAZ, N; GRAMAJO BÜHLER, M.; MARTÍNEZ, J.; MAURI, E; MUNTANER A.; PANTORRILLA, M.; PUENTES DUBERTI S.; G. SRUR
Lugar:
San Miguel de Tucumán. Tucumán
Reunión:
Jornada; IX Jornadas de Comunicaciones de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo (UNT).; 2009
Institución organizadora:
Faculta de Ciencias Naturales e IML. UNT
Resumen:
La Quebrada de Los Corrales se encuentra ubicada en el área del abra de El Infiernillo (Tucumán). Desde 2005 se vienen llevando a cabo investigaciones sistemáticas que tienen como interés principal profundizar en el conocimiento de las ocupaciones humanas prehispánicas en esta microregión de las Cumbres Calchaquíes por encima de los 3000 msnm, en el centro-oeste de la provincia de Tucumán. Los trabajos de investigación abarcaron la cuenca inferior, media y superior del río de Los Corrales permitiendo identificar una cueva con ocupaciones prehispánicas (CC1) en la cuenca inferior y numerosas estructuras agrícolas, pastoriles y residenciales en la cuenca media/superior. CC1 es una cueva en la cual se detectó por una parte una secuencia estratigráfica de 30 cm de potencia y por otra parte, catorce morteros confeccionados en la roca de base que presentan en todos los casos un relleno intencional de restos animales, vegetales y minerales puestos a presión y sellados por el agregado de un sedimento arcilloso. Las excelentes condiciones naturales de preservación permitieron la recuperación de una gran diversidad de restos arqueológicos orgánicos. Pero, a pesar de toda la evidencia registrada no es posible definir con claridad la funcionalidad de las ocupaciones detectadas en esta cueva. No hay elementos suficientes para establecer su uso como vivienda permanente, más bien parecería haber sido utilizada en forma esporádica, tal vez estacional, lo cual se ve apoyado por la presencia de las estructuras residenciales situadas a 1 km río arriba en el área septentrional, muy probablemente asociadas. En cuanto a su ubicación temporal las primeras ocupaciones de CC1 habrían ocurrido en momentos agro-pastoriles tempranos (ca. 2100 años AP), con una ocupación final en momentos tardíos (ca. 630-650 años AP). Resta aún saber si la ocupación de CC1 fue permanente a lo largo de 1400 años o si se dio de manera intermitente. Los sistemas de andenería y corrales se ubican en laderas con pendientes de entre 15º y 35º con depósitos loéssicos cubriendo una superficie de ca.120 hectáreas. La construcción de estos sistemas productivos habría implicado una gran inversión de trabajo y diseño, involucrando un muy buen manejo de técnicas constructivas con rocas, material empleado para los muros. La gran cantidad de estructuras agrícolas y pastoriles registradas requiere un análisis más profundo que permita determinar la contemporaneidad entre ellas y con los recintos habitacionales. Las estructuras residenciales se encuentran ubicadas en el área meridional de la Quebrada, en ambas márgenes del río de Los Corrales sobre depósitos de remoción en masa y en laderas con sustrato de basamento granitoide. Las unidades habitacionales (N= 47) se presentan como estructuras de piedra subcirculares compuestas. Entre los materiales recuperados tanto en superficie como en estratigrafía se encuentran fragmentos cerámicos de diversas facturas, algunos diagnósticos asignables a los estilos cerámicos Tafí, Candelaria, Ciénaga y Vaquerías. En 2008 se implementaron excavaciones en dos de estas unidades habiéndose obtenido un fechado de 1560±25 años AP a partir de un individuo enterrado en una cista de piedra. La disposición espacial de las unidades habitacionales compuestas y de las estructuras agrícolas y pastoriles, las evidencias obtenidas a partir de las excavaciones realizadas en 2008 y las dataciones absolutas permiten postular la existencia durante el 1º milenio d.C. de una aldea  comunitaria ubicada a ca. 3100 msnm, en una quebrada de altura que conecta los valles de Santa María hacia el norte y Tafí hacia el sur. Las investigaciones a corto plazo permitirán definir el tipo de organización social existente teniendo como hipótesis que no se trataría de una comunidad aldeana igualitaria sino que habría existido algún tipo de jerarquía. Esta hipótesis se basa en que seguramente fue necesario controlar y coordinar fuerza de trabajo a gran escala tanto para la construcción/mantenimiento de la arquitectura residencial/productiva, como para todo lo relacionado con las actividades de producción agrícola-pastoril (manejo del agua, siembra, cosecha, almacenamiento, manejo reproductivo del ganado). Las evidencias arqueológicas registradas revelan el alto potencial que tiene esta microregión para profundizar en el conocimiento de las estrategias de aprovisionamiento y uso de los recursos bióticos y de la organización social de los grupos prehispánicos que habitaron la Quebrada de Los Corrales. ca. 2100 años AP), con una ocupación final en momentos tardíos (ca. 630-650 años AP). Resta aún saber si la ocupación de CC1 fue permanente a lo largo de 1400 años o si se dio de manera intermitente. Los sistemas de andenería y corrales se ubican en laderas con pendientes de entre 15º y 35º con depósitos loéssicos cubriendo una superficie de ca.120 hectáreas. La construcción de estos sistemas productivos habría implicado una gran inversión de trabajo y diseño, involucrando un muy buen manejo de técnicas constructivas con rocas, material empleado para los muros. La gran cantidad de estructuras agrícolas y pastoriles registradas requiere un análisis más profundo que permita determinar la contemporaneidad entre ellas y con los recintos habitacionales. Las estructuras residenciales se encuentran ubicadas en el área meridional de la Quebrada, en ambas márgenes del río de Los Corrales sobre depósitos de remoción en masa y en laderas con sustrato de basamento granitoide. Las unidades habitacionales (N= 47) se presentan como estructuras de piedra subcirculares compuestas. Entre los materiales recuperados tanto en superficie como en estratigrafía se encuentran fragmentos cerámicos de diversas facturas, algunos diagnósticos asignables a los estilos cerámicos Tafí, Candelaria, Ciénaga y Vaquerías. En 2008 se implementaron excavaciones en dos de estas unidades habiéndose obtenido un fechado de 1560±25 años AP a partir de un individuo enterrado en una cista de piedra. La disposición espacial de las unidades habitacionales compuestas y de las estructuras agrícolas y pastoriles, las evidencias obtenidas a partir de las excavaciones realizadas en 2008 y las dataciones absolutas permiten postular la existencia durante el 1º milenio d.C. de una aldea  comunitaria ubicada a ca. 3100 msnm, en una quebrada de altura que conecta los valles de Santa María hacia el norte y Tafí hacia el sur. Las investigaciones a corto plazo permitirán definir el tipo de organización social existente teniendo como hipótesis que no se trataría de una comunidad aldeana igualitaria sino que habría existido algún tipo de jerarquía. Esta hipótesis se basa en que seguramente fue necesario controlar y coordinar fuerza de trabajo a gran escala tanto para la construcción/mantenimiento de la arquitectura residencial/productiva, como para todo lo relacionado con las actividades de producción agrícola-pastoril (manejo del agua, siembra, cosecha, almacenamiento, manejo reproductivo del ganado). Las evidencias arqueológicas registradas revelan el alto potencial que tiene esta microregión para profundizar en el conocimiento de las estrategias de aprovisionamiento y uso de los recursos bióticos y de la organización social de los grupos prehispánicos que habitaron la Quebrada de Los Corrales.