La construcción de canastas de subsistencia para Tucumán en el siglo XIX. Desafíos y alternativas metodológicas

MARÍA PAULA PAROLO

Santa Rosa, La Pampa

Jornada; XXVI Jornadas de Historia Económica; 2018

Asociación Argentina de Historia Económica

El presente trabajo forma parte de un proyecto de investigación de mayor alcance abocado a la construcción, estudio y análisis de algunos indicadores básicos sobre la desigualdad y las condiciones de vida de las regiones argentinas en el largo plazo. Entre los objetivos del proyecto se planea construir series de precios, salarios y otros ingresos, así como estimar costos de las canastas de consumo para distintas provincias argentinas. Para ello, resultan imprescindibles diseños metodológicos que combinen de manera flexible aspectos comunes y otros particulares, según las fuentes y los espacios específicos, y establecer métodos de construcción de series y de análisis que permitan el trabajo comparativo dentro del grupo y con la historiografía internacional.En ese marco, la propuesta de esta ponencia es avanzar en la construcción de canastas de subsistencia para Tucumán a comienzos del siglo XIX a partir de métodos que hagan comparable sus resultados. En trabajos anteriores estimamos canastas ?reales? de consumo, es decir, construidas a partir de los gastos de manutención realizados por una comunidad religiosa (Parolo, 2015). En esta oportunidad, utilizando las mismas fuentes (los Libros de Procura de la comunidad dominica) pero aplicando la metodología elaborada por Allen (2001) -que parte de la base de que el ser humano necesita para sobrevivir un mínimo de 1941 calorías y 80 gramos de proteínas por día- nos proponemos establecer cuál era la composición y estimar el costo de esa canasta mínima (Bare Bone Basket) en Tucumán a comienzos del siglo XIX. De este modo, a partir de los datos obtenidos de las planillas de gastos del convento (composición y cantidad de bienes alimenticios consumidos) y utilizando la tabla de contenidos calóricos incluida en el trabajo citado (Allen, 2001), transformaremos los rubros principales de alimentos en calorías, para alcanzar así a elaborar una canasta equivalente a la considerada, a nivel internacional, como la mínima de subsistencia. Una vez determinada la canasta kilo-calórica, se estimará su costo a partir de los precios de mercado de sus componentes, para lo que recurriremos a otras fuentes como los reglamentos precios, tasas y abastos de la ciudad y a los gastos de guerra volcados en los libros de Hacienda de la Contaduría de la provincia.