CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

La reformulación del rol del Estado devenido de la autodenominada Revolución de junio de 1943 implicó un sustancial cambio en las políticas de salud, tanto a nivel nacional como provincial. Por lo general, estas políticas se asociaron con la avanzada de un proceso centralizador donde el rol estatal fue ganando en densidad e intervención en materia de sanitaria. En lo que respecta al sistema de salud de la provincia de Tucumán, la fragmentación administrativa, que dividía a los nosocomios dependientes del gobierno provincial y municipal de aquellos a cargo de la Sociedad de Beneficencia, se combinó con una asimétrica calidad de los servicios médicos, cuya mayor complejidad se circunscribía a los hospitales de la Capital administrados, en su gran mayoría, por la Municipalidad. La mayor especialización de los hospitales capitalinos generó la marcada afluencia de pacientes del interior tucumano y de la región del noroeste. Frente a este cuadro de situación, el gobierno emanado del golpe de Estado de 1943 retomó un reclamo, presente desde los años veinte, vinculado a la provincialización de los hospitales municipales, sobre los que recaía la mayor responsabilidad en materia de salud. En consonancia, el ideal centralizador se expresó institucionalmente con la creación de la Dirección Provincial de Sanidad que procuraría la coordinación de los servicios de salud y la profesionalización de los médicos y personal técnico. En tal sentido, en este trabajo analizaremos el derrotero de las políticas de salud entre 1943 y 1946, ponderando los cambios en la trama hospitalaria y las reformas institucionales, problemas que serán abordados a partir del diálogo entre el nivel municipal, provincial y nacional. Este enfoque atenderá, en primer lugar, el panorama hospitalario tucumano a principios de la década de 1940 para luego avanzar en las políticas de centralización emanadas del golpe de Estado de 1943, ponderando sus limitaciones, impacto y proyecciones.