ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
APORTES DE LA SEMIÓTICA A LA FORMACIÓN DE FUTUROS ARQUEÓLOGOS EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN
Autor/es:
AGUSTINA PONCE; ALVARO R. MARTEL; SILVIA E. GIRAUDO
Lugar:
Paraná
Reunión:
Congreso; X Congreso Argentino y V Congreso Internacional de Semiótica; 2016
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Entre Ríos y Universidad Nacional del Litoral
Resumen:
En los últimos 30 años, se produjo un marcado giro en la teoría arqueológica que dio lugar a la aparición de las así llamadas ?arqueologías postprocesuales?, caracterizadas fundamentalmente por: el abandono de la aproximación cientificista de la arqueología procesual y su focalización en el positivismo y las leyes generales de la conducta humana; el rechazo de dicotomías tales como mente/materia, naturaleza/cultura, sujeto/objeto y el énfasis en la importancia de la ideología y el poder mediante categorías tales como clase, género y etnicidad, lo cual implica que la interpretación del pasado siempre es política. En ese marco, la inclusión de la semiótica, particularmente la de corte peirceano, como parte de la caja de herramientas interpretativas ha jugado ?y juega- un papel decisivo. Las arqueologías postprocesuales son interpretativas; se concibe a la disciplina como una práctica material en el presente que hace cosas (conocimientos, narrativas, informes, libros, etc.) a partir de los rastros materiales del pasado y a la práctica interpretativa en arqueología como un proceso continuo y creativo: no hay un informe final o definitivo sobre el pasado. Esto resulta más claro aún si ?partiendo de la base de que los restos materiales son el pan y la sal de los arqueólogos- se tiene en cuenta que la cultura material no refleja simplemente las estructuras de significación de la lengua de otro modo, sino que está constituida por una matriz espiralada de relaciones sintagmáticas y asociativas que incluyen paralelismo, oposición, linealidad, equivalencia e inversión. Por otra parte, la cultura material está implicada en un discurso material ligado a prácticas sociales que comprenden poder, intereses sectoriales e ideología.La así llamada Teoría del Compromiso Material, formulada por C. Renfrew (2004) confluye con la semiótica peirceana, por cuanto ésta entiende que el signo se distingue por los contornos de su efecto significante y a la semiosis como una propiedad relativa y relacional, independiente del lenguaje y la conducta y ligada a situaciones experienciales particulares. Todo lo que existe es susceptible de ser leído como signo, todos los signos despliegan una agencia de varias clases y, consecuentemente, agencia y significado son equiparables. En consecuencia, no hay categoría, valor, condición, jerarquía, significado o relación que no tenga su correlato material. Este es un argumento más, y probablemente central, para sostener que no existe una esencia individual o colectiva de los seres humanos, sino que lo que existe es una identidad que se construye a través de prácticas sociales que tienen su correlato inmediato en la materialidad.A la Teoría del Compromiso Material se suma la del Actor-Red, formulada originalmente por Bruno Latour (2007) en los años 80 y que propone que las sociedades son redes de relaciones conformadas simétricamente por sujetos y objetos y en las que la agencia está tensionalmente distribuida, sin ser privativa de unos ni de otros. Podríamos considerar lo anterior no sólo como un esbozo de las tendencias teóricas actuales en Arqueología sino como un compendio de una parte significativa de las herramientas teórico-metodológicas fundamentales en la formación de los futuros arqueólogos. Desde esta perspectiva, organizamos los contenidos de la asignatura en dos partes: una introductoria y general donde abordamos las principales características y diferencias epistemológicas de las dos líneas fundamentales de la semiótica, la saussureana y la peirceana, y la influencia que cada una de ellas tuvo en la arqueología procesual y postprocesual, respectivamente.En la segunda parte, nos enfocamos en semióticas específicas que, de cierto modo, cubren todo el espectro de los objetos de estudio arqueológico:a-Semiótica de los objetos: a partir de la definición del objeto arqueológico como fuente de información de culturas pasadas proponemos herramientas conceptuales y metodológicas para analizar la agencia y/o el significado de los objetos en función de los efectos pragmáticos recuperables en los contextos de excavación. b-Semiótica de la imagen: desde la perspectiva de Juan Magariños de Morentín (2008) analizamos la imagen material visual tal como se presenta los diversos soportes arqueológicos posibles: arte rupestre, textilería, cerámica, etc.c-Semiótica del espacio y paisaje: abordamos la dimensión contextual del espacio para entender las múltiples relaciones que se establecen entre este y la totalidad de las entidades que lo habitan y lo constituyen, en el proceso dialéctico dado por las prácticas. De este modo, aportamos desde la materia una hermenéutica de los procesos cognitivos y conductuales de las sociedades pretéritas, particularmente de aquellas de las cuales no han quedado testimonios escritos. Esto marca un diferencia significativa respecto del resto de las asignaturas teóricas de la carrera, en las que prevalece la transferencia de información por sobre el desarrollo de destrezas interpretativas en los alumnos.BibliografíaLatour, B. 2007: Nunca fuimos modernos. Ensayos de antropología simétrica. Buenos Aires. Siglo Veintiuno.Magariños de Morentín, J. 2008: La semiótica de los bordes. Córdoba, Argentina. Comunicarte.Renfrew, C. 2004. Towards a theory of material engagement. En Rethinking materiality: the engagement of mind with the material world , editado por E. De Marrais, C. Gosden y C. Renfrew, pp. 23-31. Mc Donald Institute, Cambridge.