ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Viaje iniciático e inserción en las redes sociales porteñas como estrategia de legitimación en el campo de las artes visuales en San Miguel de Tucumán.
Autor/es:
LUIS MARÍA ROJAS
Lugar:
Santiago del Estero
Reunión:
Encuentro; Encuentro de Jóvenes Investigadores; 2011
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Santiago del Estero
Resumen:
El presente trabajo intenta conjugar dos proyectos de investigación sobre artes visuales en la ciudad de San Miguel de Tucumán y la ciudad autónoma de Buenos Aires, haciendo hincapié en la producción de artistas plásticos tucumanos. Por un lado estamos interesados por los mecanismos sociales de asignación de valores artísticos en el campo de las artes plásticas tucumanas, teniendo en cuenta las estrategias de legitimación y consagración presentes en el campo y la incidencia de factores sociales y políticos, como por ejemplo la crisis neoliberal del 2001 en Argentina como una instancia externa al campo de producción de bienes culturales que incide de formas mediatizadas en las instancias de producción, circulación y consumo de esos bienes culturales. Por otro lado, estamos interesados en la inserción en redes sociales de artistas e instituciones metropolitanas porteñas como una estrategia frecuente de legitimación de artistas tucumanos a través de becas, residencias, concursos. Proponiéndonos reconstruir los procesos de inserción, gestión, circulación y legitimación de la obra de estos artistas y su incidencia en las prácticas y representaciones del campo artístico tucumano que presenta, históricamente, particularidades bien definidas. Algunas de las hipótesis que han guiado nuestras respectivas investigaciones hacen hincapié en la dimensión social de la asignación de valores artísticos y las estrategias de consagración de obras y artistas. Principalmente consideramos que el valor de las obras de arte en sí mismas no depende exclusivamente de la instancia de producción como generalmente se ha establecido a través de diferentes teorías desde la estética o la filosofía del arte, sino, más bien, que el valor de las obras de arte es una asignación social, depende de forma directa, aunque no exclusivamente, de la instancia de circulación. Numerosos casos de estudio han constatado esta afirmación: las redes sociales de inserción de los artistas en la ciudad de San Miguel de Tucumán y Buenos Aires que consagran o invisibilizan a obras y artistas, las diversas instancias de visibilidad que habilitan la circulación de las obras, el uso y la posibilidad de acceso a espacios tradicionales de exhibición artística vedados para algunos y abiertos para otros, el desplazamiento de los circuitos del arte hacia lugares por fuera del campo tradicional de producción de bienes culturales (centros vecinales, espacios alternativos, bares, etc.), el surgimiento de espacios alternativos de las pequeñas comunidades de artistas desplazados del centro de la escena artística, los procesos de autogestión de colectivos artísticos mejor o peor ubicados al interior del campo de las artes visuales, la posibilidad de la movilización de lealtades para la gestión de espacios, agenda, becas, viajes, etc. Todo esto nos habilita a pensar que la asignación de valores artísticos, los procesos de legitimación y visibilización, el acceso a espacios de decisión, cobra una dimensión social insoslayable. Si tomamos por ejemplo el modo de acceso a las diversas becas y “proyectos” desarrollados desde dentro del campo de producción artística, observamos que la lógica de acceso a dichos espacios se basa exclusivamente en el capital social del artista y no en la calidad o no de su obra. Los proyectos, becas y residencias premian indirectamente a aquellos artistas no por sus “capacidades artísticas” , sino por sus capacidades de gestión y retroalimentan esa capacidad de gestión dándoles herramientas nuevas para insertarse en nuevas redes, visibilizar su obra o insertarse en el mercado, dado que esos proyectos, becas o residencias se consolidan no como un espacio de formación artística (o no primariamente de formación artística) sino que trabajan sobre una agenda para proporcionar a los artistas información y capacitación sobre gestión cultural, conformando una red de artistas altamente imbricados que de algún modo monopolizan la circulación de la información y por ende el acceso a espacios de formación y visibilización, retroalimentando el ciclo de la dinámica inclusión/exclusión. Estamos interesado por destacar principalmente una de las tantas estrategias de legitimación de artistas y obra de artistas tucumanos: el viaje iniciático del artista provinciano a Buenos Aires que puede adquirir características muy diversas. Desde becas, residencias, viajes autogestionados, concursos, presentación en diversas eventos y ferias (ArteBA, Espacio Tucumán, Expotrastiendas, etc.) el viaje depende casi con exclusividad de la capacidad de gestión del artista que se facilita por su pertenencia a colectivos artísticos y el conocimiento de las redes sociales a las cuales integrarse en la Capital. En los años 90 el viaje de descubrimiento artístico fue hacia San pablo, Brasil, a la Bienal Internacional de arte de esa ciudad, pero cuando las condiciones económicas cambiaron, fue Buenos Aires la ciudad elegida para realizar ese viaje iniciático. Por ejemplo Sandro Pereira, uno de los artistas más reconocidos y exitosos de Tucumán, viajó en los años 1994, 1996 y 1998 a la bienal de San Pablo y sólo en el 1999 llegó por primera vez a Buenos Aires. San Pablo, y su bienal, era considerado el centro Latinoamericano donde se exponían las nuevas tendencias en el arte global, marcando de algún modo las producciones locales en Tucumán. Desde el 2001, año de la crisis neoliberal en Argentina, Buenos Aires se convirtió en el nuevo San Pablo para los artistas del interior, ese mismo año Sandro Pereira vende su reconocida obra Homenaje al Sanguche de Milanesa por un monto de 10.000 pesos o dólares en la décima edición de la Feria de Galerías ArteBA en la Sociedad Rural, comprada por el mismo presidente de la Feria Juan Cambiasso, convirtiéndose de ese modo en el mito fundacional de la década para los artistas tucumanos que buscaban consagración en Buenos Aires. Nosotros tomaremos un caso particular para desarrollar nuestro trabajo y conjugar, de esa manera, ambas investigaciones. Para esto, presentaremos el estudio de caso sobre el grupo de investigación y producción artística “La Baulera” del cual formaron parte numerosos artistas tucumanos emergentes desde los ‘90. “La Baulera” se constituyó no sólo como un colectivo de artistas, sino como un instrumento consciente de autogestión y difusión de obra, logrando visibilidad y legitimación a nivel nacional movilizando lealtades al interior de la red social de agentes artísticos. Para el presente trabajo hemos realizado entrevistas con artistas y gestores pertenecientes a “La Baulera” residentes en Buenos Aires y Tucumán, artículos periodísticos locales y nacionales y relevado de documentación interna del colectivo.