El papel del Estado en la política azucarera durante el primer peronismo

BRAVO MARÍA CELIA Y GUTIÉRREZ, FLORENCIA

San Pablo

Seminario; III Seminario de Historia de Azúcar. Producción, trabajo y producción agraria; 2010

Universidad de San Pablo

El objetivo de esta comunicación consiste en analizar el funcionamiento institucional y las coordenadas ideológicas que definieron la dinámica del complejo azucarero tucumano durante el primer peronismo. Los organismos que regularon la actividad en sus distintas instancias fueron la Cámara Gremial de Productores Azucareros, creada en 1927 y que arbitró las conflictivas relaciones de los plantadores (denominados cañeros) con los industriales; la Junta Nacional del Azúcar, institución fundada en 1945 pero que no llegó a organizarse y la Dirección Nacional del Azúcar instituida en 1949 y que funcionó hasta la caída del peronismo.              Durante esta etapa se incorporó un nuevo actor, el incipiente movimiento obrero, que otorgó mayor conflictividad y nuevos significados a la disputa por el ingreso azucarero, monopolizada por cañeros y empresarios durante las décadas de 1920 y 1930. Entre 1945 y 1955 las pujas sectoriales se desarrollaron en un escenario azucarero signado por las crisis agrarias (plaga del mosaico), el endeudamiento y la caída de la rentabilidad de las empresas y la demanda de aumento de salario por parte de los sindicatos de ingenios. Frente a estas tensiones que amenazaban el funcionamiento de la agroindustria, el Estado nacional intervino para ordenar la actividad de manera integral.             El primer ensayo expresado en la formación de la Junta Nacional del Azúcar revelaba los nuevos parámetros de la política azucarera argentina que procuraba delimitar niveles aceptables de rentabilidad sectorial, al tiempo que reformulaba el papel de asociaciones y corporaciones bajo un molde social. Este organismo no llegó a concretarse pero la movilización de los sectores azucareros logró imponer  un régimen de compensaciones que rigió hasta la crisis económica de 1949. El segundo ensayo estatal, cristalizado en la formación de la Dirección Nacional del Azúcar, sólo se planteó gestionar un funcionamiento conflictivo de la actividad, sin resolver sus problemas estructurales.