El IAM en la investigación – docencia

ALVARO R. MARTEL

Rastros en el camino… Trayectos e identidades de una institución. Homenaje a los 80 años del IAM-UNT

EDUNT. Arenas, P.; C. Aschero y C. Taboada (editores)

Lugar: San Miguel de Tucumán; Año: 2010; p. 377 - 378

Hablar de la labor de investigación-docencia en el IAM, es hablar de dos actividades interdependientes que, en el marco de los objetivos fundamentales de nuestra institución y a través de la práctica científica y académica, se constituyen en elementos metodológicos vitales para la construcción y asimilación del conocimiento arqueológico. En este sentido, para el IAM, la investigación-docencia es también un compromiso con la sociedad ya que, a través de su desarrollo, se forman los recursos humanos que, en el mediano y largo plazo, continuarán no sólo profundizando en la comprensión de los modos de vida pretéritos, sino también, generando las herramientas teóricas y prácticas para la protección, conservación y difusión de un patrimonio arqueológico que nos pertenece a todos.   Los investigadores/as del IAM han estimulado, desde su experiencia profesional y la acción docente, las inquietudes intelectuales, científicas y académicas de los alumnos/as de la Carrera, permitiendo que se generen nuevas líneas de investigación arqueológica como, así también, diversos programas y actividades de extensión, en las que el trabajo conjunto arqueólogos-comunidad puso de manifiesto la relevancia social de nuestra disciplina. Los resultados de esta valiosa labor se ven plasmados en la elaboración de numerosas tesis de grado y postgrado, las que abordan un amplio abanico de temas y problemas específicos de las sociedades que habitaron nuestro territorio, tanto en tiempos prehispánicos como en momentos posteriores a la invasión europea.   Por otra parte, el valor de la investigación-docencia en el IAM radica en que su implementación no responde a un mecanismo de transferencia del conocimiento en sentido unidireccional, al contrario, a partir de la organización de cursos y pasantías de grado y postgrado, se apuesta a la importancia que la actualización y especialización en los diversos campos de la investigación arqueológica, presenta para la formación individual de alumnos y profesionales, y para la renovación de los contenidos en la currícula de las carreras de Arqueología y Museología. Podemos decir que la investigación-docencia, en el IAM, también es una política de acción y es en el marco de esa política que, en la actualidad, se está trabajando conjuntamente con el Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES, CONICET) en la organización de un postgrado categorizado en Estudios Andinos, proyectado de modo interdisciplinario en la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto M. Lillo (UNT), el cual pueda ofrecer en forma permanente cursos y seminarios para arqueólogos y otros profesionales de disciplinas conexas. En este contexto, también se gestionan, desde el IAM, numerosos convenios con instituciones y universidades del exterior (Chile, Suecia, EEUU, Francia), para la organización e implementación de programas de formación de grado y postgrado.   Por último, queremos destacar el rol de la Biblioteca y Hemeroteca Carlos Reyes Gajardo[1] como uno de las puntales que ofrece el IAM a la investigación-docencia. Esta biblioteca, nuestra biblioteca, cuenta con dos sedes: una de ellas, ubicada en el edificio de calle San Martín 1545, está orientada principalmente a la investigación y docencia; la otra, en el 2º piso del edificio donde funciona el Centro Cultural Eugenio Flavio Virla, cito en calle 25 de Mayo 265, está dedicada a publicaciones de interés escolar y extensión universitaria. Aún cuando ambas presentan orientaciones específicas, su patrimonio se encuentra disponible a todo público para su consulta.   El local de biblioteca en calle San Martín, ha sido remodelado y saneado con el subsidio de la Fundación YPF, bajo la dirección técnica de la arquitecta Silvia Rossi, de la Cátedra de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU, UNT), especialista en Bibliotecas Públicas. También fue acondicionado respetando el valor histórico del edificio y dotándola de los elementos necesarios para su funcionamiento. La biblioteca recién comenzó a recibir aportes de la Facultad en 2007, por lo que su acervo más actualizado provenía de donaciones de los proyectos del investigación, y por canje con las publicaciones del IAM. Cuenta con más de 20.700 volúmenes: discriminados en 5.754 libros y 15.085 revistas de 600 colecciones periódicas y folletos especializados en Antropología y Arqueología y es una de las más antiguas de la Universidad.   La biblioteca de la sede de calle 25 de mayo, también ha sido armada con el subsidio de la Fundación YPF, que proveyó la mayoría de los volúmenes de extensión. En la actualidad cuenta con 693 libros.   A su vez, en estrecha relación con la dirección de la biblioteca, funciona el Comité Editorial del IAM. Ésta es la más antigua comisión del instituto y tiene por funciones proponer políticas editoriales, coordinar las tareas relativas a la edición, venta y distribución de las publicaciones de esta institución; y colaborar con las autoridades del IAM en la actualización de libros y publicaciones periódicas de sus bibliotecas. Para el adecuado funcionamiento del Comité Editorial se elaboró un “Reglamento del Comité Editorial del Instituto de Arqueología y Museo”, en donde se establecieron las pautas de trabajo a desempeñar y desarrollar. Así, a partir del mismo, se establece, por ejemplo, que el Comité Editorial debe mantener reuniones ordinarias obligatorias, con una periodicidad mínima de 30 días, que serán convocadas por el Secretario/a General, con una semana de anticipación; que se requiere de un quórum de la mitad más uno de los miembros Titulares para aquellas reuniones en que se decida: la elección de referencistas para una publicación; el rechazo de un artículo o su aceptación para ser publicado. En caso de tener que llegar a votación, se requieren los votos de los 2/3 de los presentes para aprobar cualquier resolución de este tipo; o que las decisiones tomadas respecto a la elección de referencistas, aceptación o rechazo de artículos para publicar tienen carácter de estricta reserva dentro del Comité y que cualquier incumplimiento voluntario o involuntario de esta cláusula se considera falta grave y da lugar a la solicitud de renuncia al Comité a quien haya incurrido en la misma. El Comité Editorial tiene su propio organigrama y renueva la formación de sus secretarías cada dos años. [1] C. Reyes Gajardo, nace en Angol (Malleco, Chile) en 1901 y fallece en Tafí Viejo (Tucumán) en 1967. Abordó distintos aspectos del pasado del NOA (Historia, Genealogía, Arqueología), desde la investigación y la docencia en diversas instituciones académicas de la región. En 1949 se instala definitivamente en Tucumán, incorporándose al Instituto de Antropología dependiente, por entonces, de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL, UNT). Allí prosigue su labor llevando a cabo, también, tareas museográficas. Parte de su obra está publicada en diversos números de la Revista Humanitas de la FFyL  y en la Revista del Instituto de Antropología (R. L. Plaza Navamuel, en: [http://www. camdipsalta.gov.ar/INFSALTA/gajardo.htm; consultado: 27/03/2009]).