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El presente trabajo se propone analizar aquello que hacia el final de la última dictadura argentina algunos autores denominaron ?tesis de la continuidad? (Groisman, 1987: 35): la posición que avalaba que quienes entonces integraban la Corte Suprema de Justicia de la Nación permanecieran en sus cargos después de la asunción del gobierno constitucional el 10 de diciembre de 1983. En el análisis que se presenta, el contexto histórico-político ocupa un rol central en tanto se trata de un período de transición hacia la democracia caracterizado por la creciente tematización de la dictadura en la esfera pública, debido en gran medida a la acción sostenida de las organizaciones de derechos humanos (Lvovich, 2013: 127). Asimismo, la historicidad de ciertas prácticas en el interior del ?campo jurídico? (Bourdieu, 2000) aporta un significado a este examen.Para decirlo en otras palabras, el objetivo de este trabajo es interrogar acerca de una autorrepresentación de la Corte Suprema y de la actividad judicial desde la cual podía resultar plausible a sus miembros y otros actores del campo jurídico de aquel entonces pensar la proyección institucional de aquellos jueces más allá del cambio de régimen político. No sólo esta noción , sino también la idea del rol de la justicia a la que responde, se encuentran en abierta tensión con el momento histórico-político en el que fue enunciada.