Mujer y extranjera. La figura de Medea y los fundamentos de la representación de la mujer migrante?

CECILIA ELEONORA MELELLA

Congreso; VI Congreso Helénico Internacional. Crisis migratoria en Europa: el nuevo mosaico intercultural, social y económico y el rol fundamental de Grecia en la recepción y auxilio de los migrantes; 2015

La mujer y el extranjero/a (además de los esclavos) componían en la antigüedad griega las figuras por excelencia de la otredad, pues quedaban por fuera (en especial en la Atenas clásica) de las funciones políticas dentro de la polis. Como bien apunta la helenista Nicole Loraux, no existía una palabra ciudadanas, pues sólo existían las mujeres de Atenas, hijas, madres y esposas de los ciudadanos. Así, en la ciudad de los hombres, las mujeres quedaban por fuera de lo político y las únicas (mujeres) completas eran aquellas que ocupaban el rol de madres, un rol oficialmente tranquilizador, pues aseguraba la reproducción de la polis. Sin embargo, la pulsión aterradora del universo femenino consistía en desear el poder, atributo característico de los hombres. Las mujeres ?viriles? o empoderadas eran los chivos expiatorios por excelencia. En la mitología y la literatura helena se exhiben varias de estas mujeres como Clitemnestra, Helena, Artemisa, entre otras. En este trabajo me aboqué a la figura de Medea, pues condensa los atributos de mujer y extranjera. No obstante, no me basé en la original, sino a la descripta por la escritora alemana Christa Wolf, quien la construye como autónoma, poseedora de conocimientos y rebelde. Esta Medea corre el mismo fin que la original: es expulsada de la polis que la acogió. En consecuencia, me propongo, a partir de esta figura como disparador, reflexionar sobre las representaciones en torno a la mujer extranjera y/o migrante en la actualidad argentina, en particular, aquellas que circulan en los medios masivos de comunicación.