IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
“¿Cómo ha sido que la fiel ciudad de Sión se ha convertido en prostituta?” Apuntes sobre la tipología imperial en la historiografía anticalcedoniana.
Autor/es:
HÉCTOR FRANCISCO
Lugar:
Buenos aires
Reunión:
Simposio; Primer Coloquio Internacional “Política y Religión en el Mediterráneo Antiguo.; 2007
Institución organizadora:
Universidad de Buenos aires
Resumen:
Este trabajo se propone analizar las variadas perspectivas que, desde la narrativa histórica anticlacedoniana, intentaban redefinir la ambigua relación entre Iglesia e Imperio. Esta “redefinición” se produjo a través de la manipulación de la exégesis de la escatología paulina de “la rebelión de los últimos días” y la imagen del “Anticristo” como figura emblemática del hereje y perseguidor. En el Oriente cristiano durante los siglos IV y VI fue cristalizando una escatología imperial sustentada en interpretaciones providencialistas de la monarquía romana que emergían de la exégesis del libro de Daniel y los apocalipsis sinópticos.  Esta interpretación era heredera de las tradiciones judías y helenísticas acerca de la realeza sagrada, que enfatizaba el estrecho vínculo entre lo sagrado y el poder monárquico. A partir de esta concepción providencialista del Imperio romano, los historiadores cristianos de la Antigüedad tardía interpretaron los acontecimientos, tanto políticos como naturales, a la luz de un esquema en el cual el plan divino para la creación jugaba el papel de motor de la Historia.  Además, en la medida que cada uno de los hechos de la Historia apuntaba hacia la consumación final  del orden temporal en el que estaban insertos, su lectura se acomodaba a un modelo, heredado de los padres de los tres primeros siglos de la era cristiana, que conectaba la imagen del “fin de los tiempos” al destino del Imperio. Por lo tanto, la espectativa del fin del orden temporal de las cosas seguía siendo una experiencia concreta de los hombres en la antigüedad tardía, creencia que se reconoce en el éxito del que gozaban las escrituras canónicas y apócrifas. Esta lectura providencialista del Imperio, que asociaba la Christianitas y la Romanitas como un vínculo indisoluble, había arraigado profundamente en tiempos constantinianos y formaba parte del patrimonio cultural común que, de distintas maneras y con distintos énfasis, guiaba la narrativa histórica. Esta vinculación significaba un serio límite para cualquier reformulación de una teoría (si es que así puede llamársela) acerca del lugar que debía ocupar el Imperio en la Historia de salvación. A su vez, esta limitación condicionaba las variables sobre las que se podía construir un modelo de relación entre la Iglesia y el Imperio. Sin embargo, las referencias y matices escatológicos no están ausentes en los historiadores “monofisitas” de los siglos V y VI, quienes abordaron la experiencia traumática de los conflictos teológicos y las persecuciones desatadas en la segunda mitad del siglo VI a partir de un lenguaje que no está excento de intentos de interpretar su historia a partir de un discurso que hace permanente referencia al pasado bíblico. En este punto se concentrará este trabajo. ¿De qué manera el movimiento anticalcedoniano podía generar una concepción del poder imperial que, manteniendo en parte el discurso escatológico, escapara de la trampa providencialista del poder? Si la unidad de Cristo funcionaba como un typos de la unidad (temporal y a la vez sagrada)  del poder imperial, ¿cómo explicar los vaivenes de las políticas del Imperio acerca de la ortodoxia?. La respuesta se encuentra en la particular lectura que los historiadores monofisitas realizaron de la perspectiva escatológica paulina, en la que las imágenes del concilio de Calcedonia como la “última rebelión que precede al anticristo” juegan un papel fundamental. Por otra parte, el escaso peso relativo en la historiografía anticalcedoniana de las referencias bíblicas que construyeron la escatología imperial es, por sí mismo, un indicio de una actitud radicalmente diferente a las lecturas emanadas por la historiografía de tradición eusebiana. La relectura de las imágenes escatológicas tomadas de las epístolas paulinas y católicas se transformaron en herramientas importantes para construir una imagen del cisma monofisita, coherente con la Historia de salvación. En conclusión, estas imágenes no representan tanto una esperanza escatológica concreta y definida en el tiempo (es decir la esperanza efectiva en la llegada del fin del mundo) sino la utilización de esas referencias como recurso legitimante de una percepción de la autoridad espiritual desvinculada de (y por momentos enfrentada a) la autoridad imperial.