IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Monarquía y elites en el Imperio sasánida. El problema de la ?Estatalidad? de la monarquía persa (siglos III-VII)
Autor/es:
FRANCISCO, HÉCTOR
Lugar:
Los Polvorines
Reunión:
Exposición; III Jornadas de Discusión: Pensar el Estado en las Sociedades Precapitalistas; 2012
Institución organizadora:
UNGS
Resumen:
La mayoría de las caracterizaciones de la monarquía irania en el período preislámico parten de la tensión entre dos formas, en apariencia contradictorias, de definir sus fundamentos. Por un lado, la monarquía sasánida puede ser definida como un sofisticado aparato burocrático que se sustentaba en la exacción centralizada de tributo. Desde esta perspectiva, la construcción progresiva de un aparato estatal (materializado en instituciones administrativas, militares y religiosas) reconfiguró la relación entre  la monarquía y  las elites iranias a partir de la subordinación de estas últimas a una compleja jerarquía de órdenes, cuya función primordial era el servicio al ?āhān ?āh. Una segunda perspectiva ha propuesto un modelo alternativo cuya dinámica no reside tanto en la construcción de ?instituciones? estatales como en el despliegue de una red jerarquizada de patronazgos que, desde las periferias, convergían en la corte. En este esquema, la autoridad del  monarca no se definía tanto por su naturaleza ?estatal? como por su capacidad de actuar como el centro de una red de distribución de la riqueza, el status social y, en última instancia, el poder político. Ambos modelos coinciden en señalar un proceso de centralización política que, con cronologías y ritmos variables, se inició en el siglo III y alcanzará su culminación en el siglo VI. Sin embargo, ambas perspectivas presentan profundas diferencias en torno a las naturaleza concreta que habría adquirido esa centralización. Desde la primera perspectiva el énfasis está ubicado en la competencia entre una forma específicamente ?Estatal? de ejercicio del poder -encarnadas en la monarquía- y formas antagónicas ? a veces mal definidas como feudales- que le resistían. Por el contrario, desde la segunda perspectiva dichas formas ?no estatales? de ejercicio del poder  pueden ser consideradas como elementos constitutivos de un orden político cuyos fundamentos no pueden definirse a partir de la idea de una ?burocratización?.