IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Sir Topacio y Melibeo: La inscripción de la figura autoral en los Cuentos de Canterbury
Autor/es:
DUMAS, MARÍA
Libro:
Modos de leer la literatura medieval. Docencia e investigación en torno a las literaturas europeas de la Edad Media
Editorial:
Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2012; p. 173 - 184
Resumen:
El siglo XIV escenifica el vuelco definitivo de la forma de producción medieval hacia la escritura, y la consecuente y progresiva disolución de la performance oral que reunía al autor y a su audiencia en un mismo contexto de enunciación. A fin de poder franquear la distancia que separa ahora al autor de sus lectores y orientar de algún modo la recepción del texto, en este pasaje hacia la escritura se desarrolla una serie de estrategias entre las cuales se incluyen la representación de la audiencia y la inscripción del autor en el texto mismo, es decir su ficcionalización.En los Cuentos de Canterbury, Chaucer aparece representado como uno más de los peregrinos que participan en esta suerte de concurso literario que propone el Anfitrión para alivianar el camino. Los relatos que Chaucer incluye bajo su nombre son diametralmente opuestos en cuanto al estatuto y la función que uno y otro otorgan a la ficción. En Sir Topacio, por un lado, el texto se encuentra colmado de una serie de motivos y convenciones propios del romance en inglés medio, a partir de los cuales el narrador instala en la audiencia un horizonte de expectativas que relaciona la ficción con el entretenimiento y la diversión. El Cuento de Melibeo, por el contrario, autoriza la ficción en virtud de su funcionalidad didáctica, por la capacidad que ésta ofrece deabstraer de la superficie de la narración un significado moral, religioso o político que la trascienda.En este trabajo se analiza cómo se constituye una figura autoral atravesada por supuestos estéticos tan contradictorios. Al superponerse en la persona de Chaucer los dos extremos que posibilita el sistema literario vigente, resultaría imposible recomponer una identidad autoral uniforme y coherente, por lo menos en términos de verosimilitud dramática. Los Cuentos de Canterbury, así como otras obras, como el Libro de la Duquesa o Troilo y Criseida, ensayan diversas representaciones de la figura autoral que le permitirían a Chaucer poner en escena metaficcionalmente la problemática y las tensiones que enfrenta un autor al intentar establecer el estatuto de la ficción hacia finales del siglo XIV.