IIGHI   05432
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES GEOHISTORICAS
Unidad Ejecutora - UE
libros
Título:
Seguridad y soberanía Alimentaria en Paraguay, Sistema de indicadores y línea de base
Autor/es:
VICTOR IMAS; CLAUDINA ZAVATTIERO; GERARDO BENITEZ; VERONICA SERAFINI
Editorial:
Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya
Referencias:
Lugar: Asunción; Año: 2019 p. 194
ISSN:
978-99967-937-8-3
Resumen:
utrición en el mundo (FAO 2019),1 en los últimos tres años, el número de personas que sufren hambre ha aumentado lentamente, llegando a 820 millones, cercano al 11% de la población mundial. Este dato significa un retroceso a los niveles obtenidos en 2010. Igualmente alarmante, es que cerca de 2.000 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria por la falta de acceso aalimentos nutritivos y suficientes, exponiéndose de este modo a mayores riesgos de afectaciones a la salud.El hambre está en aumento en todas las regiones del mundo. En América Latina y el Caribe la cantidad de personas que pasan hambre es de 42,5 millones, 6,5% de la población La crisis económica y las desigualdades son las principales causas de este aumento. Las crisis económicas impactan fuertemente en la población, creando problemas de desempleo, disminución del ingreso, acompañados generalmente de inflación o aumento en los precios de los alimentos. La poblaciónpobre es la más vulnerable, al ver reducida su capacidad adquisitiva, cayendo así en la subalimentación. El otro aspecto que contribuye son las desigualdades en el ingreso, en el acceso al trabajo decente y a los recursos productivos como la tierra y el agua o el acceso a los servicios básicos y de salud.Esta situación va claramente de contramano a la búsqueda por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.Existen países que han experimentado un crecimiento continuo en los últimos 10 a 15 años, pero que sin que este crecimiento afecte positivamente a las capas más pobres de la población en términos de hambre e inseguridad alimentaria. Uno de ellos es el Paraguay.A pesar de un crecimiento promedio por encima del 4% en los últimos 5 años, la población paraguaya registró una preocupante cifra de prevalencia de la subalimentación del 11% (FAO 2018), es decir cerca de 800 mil personas no acceden a suficientes alimentos para tener una vida sana y saludable. Lo anterior resulta un dato contradictorio cuando el país destaca como exportadorde alimentos y el discurso oficial y privado afirma que con ello alimenta a 70 millones de personas en el mundo.Asimismo, la pobreza y la extrema pobreza afectan a una parte importante de la población. Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) en 2017, 1,8 millones de personas vivían bajo la línea de pobreza, de las cuales, 955 mil se encontraban en las áreas rurales. Mientras que, por debajo de la línea de la pobreza extrema vivían unas 300 mil personas, de las cuales 236 mil residíanen áreas rurales.El Estado paraguayo reconoce el derecho a la alimentación adecuada como parte del derecho a la vida, asentado constitucionalmente. Aproximadamente desde el 2005 ha venido incorporando a la política pública programas de lucha contra la pobreza y la pobreza extrema, aumentando además los valores de la inversión social. En efecto, los indicadores sociales en general, así como los depobreza y pobreza extrema, han venido mejorando sensiblemente desde entonces.Sin embargo, la ubicación de los mismos en la región latinoamericana sigue estando entre los peores.El estudio muestra que la disponibilidad del suministro de alimentos en Paraguay es bastante superior a las necesidades del conjunto de la población.Sin embargo, el acceso y la utilización de los alimentos muestran distintas dificultades para su realización, que hacen que prevalezcan la subalimentación y la malnutrición.Los problemas sanitarios que aún prevalecen son aquellos de bajo peso al nacer, retraso en el crecimiento y anemia, a los cuales se ha incorporado paulatinamente un nuevo problema consistente en el sobrepeso y la obesidad de niños y adultos.A pesar de ser un país productor de alimentos, la dependencia alimentaria de algunos grupos alimentarios como las frutas y las verduras está en aumento, al igual que recursos tan básicos como la disponibilidad de las semillas.La desigualdad en el acceso a los recursos como la tierra, las semillas, el agua, la infraestructura y tecnología agrícola determina la existencia de dos modelos productivos en permanente conflicto que la política agraria no ha podido solucionar, por el contrario, parece profundizarlo cada vez más.El estudio plantea una breve discusión de los conceptos de Seguridad y Soberanía Alimentaria, a partir de las definiciones internacionales y las posiciones estructurales que subyacen a los mismos en el marco del derecho a la alimentación adecuada.Define el sistema de indicadores de la Seguridad y Soberanía Alimentaria y Nutricional con base a los utilizados internacionalmente y, se analiza la situación de ambas en función de la adecuación a la realidad del país y de los datos disponibles.Sobre este análisis se llega a diferentes conclusiones que se exponen con base a las dimensiones sobre las cuales están construidos los indicadores y finalmente, se plantean medidas de políticas públicas que pudieran apuntar al mejoramiento y consecución del derecho a la alimentación adecuada.